◆ Apuntes para repensar los
procesos formativos y la praxis emancipatoria en Nuestra América
Hernán Ouviña
A modo de Introducción: descolonizar nuestra matriz epistémica
A modo de Introducción: descolonizar nuestra matriz epistémica
Dentro de la tradición de experiencias inscritas en perspectivas emancipatorias, en las últimas décadas diversos movimientos populares han planteado un tipo de construcción que se define por intentar desde ahora producir transformaciones a partir de sus propias prácticas de lucha, que anticipen en el presente -o “prefiguren”- la nueva sociedad a la que aspiran. Teniendo en cuenta el complejo panorama de mutación epocal y de crisis civilizatoria que estamos viviendo en la región, e incluso a nivel planetario, consideramos que estos movimientos se han logrado constituir como actores colectivos de peso, que edifican nuevas relaciones sociales en los territorios que habitan, a la par que instalan en la agenda pública determinadas reivindicaciones y demandas, aunque sin integrarse ni subsumirse a las estructuras estatales, sino con el propósito de tensionar esa misma institucionalidad en pos de su democratización sustancial. Más allá de los matices y especificidades de cada uno de estos movimientos y organizaciones de base, en todos los casos estamos en presencia de una praxis colectiva que aspira a la creación y expansión de formas anticipatorias, que apuntan a construir espacios y prácticas de emancipación que -a pesar de enmarcarse en el seno mismo del capitalismo- constituyen gérmenes de la sociedad del mañana. A lo largo del presente artículo, apelaremos a ciertos conceptos formulados por el marxista italiano Antonio Gramsci, para dar cuenta precisamente de aquellos proyectos formativos y pedagógico-políticos desplegados por estos movimientos, en su lucha por la transformación radical de la sociedad.