Toni Negri
El discurso de Laclau representa para mí una variante
neo-kantiana de lo que se podría definir como socialismo post-soviético. Ya en
la época de la II Internacional el enfoque neo-kantiano funcionó como
aproximación crítica en relación al marxismo: el marxismo no era considerado el
enemigo, sino que la aproximación crítica, más bien, intentó sujetarlo y, en
cierto modo, neutralizarlo. El ataque estaba dirigido contra el realismo
político y la ontología de la lucha de clases. La mediación epistemológica consistía,
entonces, en ese uso y abuso del trascendentalismo kantiano. Mutatis mutandis, esto es lo que me
parece también, si nos situamos en época post-soviética, la línea de
pensamiento de Laclau, considerada en su movimiento. Permítanme ser claro, aquí
no se discute el revisionismo en general, a veces útil, a veces insoportable.
Se discute el esfuerzo teórico y político de Laclau, en la época
post-soviética, para confrontarlo con la contemporaneidad.