Alfredo Ponce

El movimiento reformista europeo ‒que nunca
nada ha conquistado y mucho menos ha organizado‒, necesitó referentes para
echar andar sus pretensiones al abandonar el marxismo-leninismo (desde las
primeras décadas del siglo XX) asegurando que con la violencia revolucionaria a
nada se podía llegar. Negaron la lucha de clases y legitimaron los artilugios y
mecanismos de la democracia burguesa como única vía para alcanzar el Poder.