◆ “Qui pregunta ja respon, qui respon també
pregunta.” 1. — Raimon Pellegero
El conjunto de fenómenos político-sociales que vivimos desde
hace ocho años en España aparece habitualmente ante nosotros como una sucesión
de hechos puntuales desencarnados del proceso histórico y de la totalidad en
que se inscriben. Esta situación nos lleva a transitar de manera bipolar y
permanente entre el entusiasmo desaforado y el estado de shock. Circulamos bipolarmente entre el entusiasmo desmesurado por
el 15 M y la sospecha de que su ciclo de movilización quizás se esté agotando.
Nos movemos entre el subidón por el éxito de las Marchas de la Dignidad y la
depresión por las dificultades actuales para re-articular la movilización
social. Oscilamos entre la euforia por los resultados electorales más altos que
nunca ha tenido en España una izquierda que proclama que superará el régimen
del 78 y el desengaño porque esos resultados no cumplen las expectativas que
esa misma izquierda se había propuesto o creído.