![]() |
Foto: Ludwig Wittgenstein, Piero Sraffa & Antonio Gramsci |
Amartya Sen |
La Accademia Nazionale dei Linzei
celebró en Roma, en marzo de 2003 1 un gran congreso con motivo de cumplirse el
vigésimo aniversario del fallecimiento de Piero Sraffa.' Se rendía así homenaje
a un intelectual del más alto relieve quien, durante su vida, publicó
sorprendentemente poco pese a lo cual ejerció una influencia muy considerable
en el campo de la economía, la filosofía y las ciencias sociales
contemporáneas. El impacto intelectual que produjo Sraffa incluye muy diversas
incursiones en la teoría económica, entre las que destaca toda una
reinterpretación de la historia de la economía política, que partía de la obra
de David Ricardo.2 También resultó verdaderamente decisivo su ascendiente sobre
Ludwig Wittgenstein, a quien llevó a alejarse de su primera obra, el Tractatus Logico-Philosophicus (1921),
para dar lugar -en una de las más singulares trayectorias de la filosofía
contemporánea- a su obra tardía, las Investigaciones filosóficas ( 1953) 1
publicada con carácter póstumo. 3
![]() |
Foto: Amartya Sen |
Al “economista Sraffa” no se le suele conocer por estas
otras facetas de su rica personalidad intelectual. Esto ocurre, en parte,
porque su profesión fue, en efecto, la de economista pero también porque sus
aportaciones en el campo de la teoría económica dan la impresión -siquiera sea
a primera vista- de que se sitúan al margen de lo que pudieran ser sus ideas
filosóficas. Sraffa es un autor muy citado en su disciplina4 aun cuando - como
ya se ha apuntado- tan sólo publicó un pequeño número de artículos y un único
libro, además de haberse hecho cargo de la edición de las obras de David
Ricardo. Su aportación a la economía, en particular la contenida en su único
libro Producción de mercancías por medio de mercancías. Preludio a una crítica
de la Teoría Económica (Sraffa, 1960)1 ha dado lugar a muy importantes debates
en la especialidad. Sus obras alumbraron una importante escuela de pensamiento
en el ámbito de la teoría económica por mucho que, según algunos, no hay nada
de verdadero valor en sus escritos y aun cuando otros -con Paul Samuelson a la
cabeza tengan que el pensamiento de Sraffa es tan profundo como errado.5