► Las crisis orgánicas son acontecimientos que nos
permiten profundizar en las relaciones entre la esfera política y la económica
José Luis Villacañas |
La categoría de “crisis orgánica” es el núcleo de la filosofía, de la
praxis y de la historia de Antonio Gramsci. Para explicarla, necesitamos
algunos otros conceptos que constituyen la geografía teórica del pensador
italiano. Ante todo, son relevantes los conceptos de revolución activa y nación
política, básicos para entender la hegemonía y las ilusiones burguesas. La
Revolución francesa, como revolución nacional típica, aunque se enfrentaba a
una crisis política de largas raíces, se produjo en convergencia con una crisis
económica y fiscal inaplazable. El colapso verdadero concernía a la
imposibilidad de desplegar la forma capitalista bajo un régimen de omnipotencia
absolutista que obedecía a otros tiempos históricos y que disponía de una
capacidad fiscal extractiva obstaculizadora. Ajustando el tiempo histórico del
Estado y del capitalismo, la Revolución hizo que durante una época, se pensase
que la forma política nacional era la adecuada a la economía nacional burguesa.
Sin duda, la miopía de la época respecto de sí misma consistió en considerar a
la clase burguesa –el Tercer Estado, que diría Sieyès– como la clase nacional
total, frente a la que no habría alteridad. Los intereses políticos y
económicos de esa clase fueron durante un tiempo los de la nación entera.
Sectores campesinos y artesanales se integraron como elementos subalternos de
su hegemonía. La dominación burguesa fue legítima por un tiempo porque ayudó a
realizar los intereses históricos de los sectores populares.