Ismael Ledesma Mateos | En
la construcción de la teoría política del siglo XX un autor crucial es Antonio
Gramsci (1891-1937), fundador del Partido Comunista Italiano y víctima de la
represión política del régimen fascista de Mussolini, encarcelado en un momento
determinante en la historia de Italia y de Europa. La teoría política
gramsciana representa una innovación determinante en la teoría política
contemporánea, pues realiza profundas reflexiones acerca de “la construcción
del partido”, poniendo énfasis en el concepto de hegemonía y sus relaciones con
el partido revolucionario, el Estado y la sociedad civil, que encontramos en Los
cuadernos de la cárcel, escritos durante su reclusión, a partir de 1929.
El pensamiento de Gramsci es congruente con la idea de que
en vez de hablar de una teoría política marxista, debemos hablar de una teoría
marxista de la política. Además, en su pensamiento existe un conocimiento e
influencia de Maquiavelo, de Marx y de Lenin. Pero para Gramsci, que ya conocía
la experiencia soviética, con sus excesos y errores, la manera de plantear la
acción política comunista tiene que ser diferente, remontando el énfasis en lo
económico para prestar especial atención en la “superestructura” de la
sociedad.