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Los funerales de Togliatti (Fragmento) ✆ Renato Guttuso |
Juan Dal Maso | Durante
el último tiempo han venido creciendo las expectativas
por las experiencias de Syriza y Podemos, sobre todo ahora que parece que
dentro de muy poco Syriza podría ganar las elecciones en Grecia. En este
caso, me interesa analizar un fenómeno ideológico ligado a estas expectativas
que es el interés en parte de cierta izquierda por "revalorizar" la
experiencia del comunismo italiano de la segunda posguerra, o sea, el Partido
Comunista de Italia, dirigido por Palmiro Togliatti y un grupo de fieles
servidores, en general y la tentativa del "eurocomunismo", encabezada
por Enrico Berlinguer en los '70, en particular; es decir la estrategia de
desarrollar partidos comunistas con base de masas, con una política
"populista" o "de clases medias" y con la perspectiva de
llegar al poder por elecciones o integrar gobiernos surgidos de estas, en los
marcos de la democracia capitalista.
En líneas generales, lo que hemos
planteado sobre los límites de PODEMOS para autodefinirse como
"fenómeno populista" se aplica a los paralelismos que pueden hacerse
con el PCI o el eurocomunismo, tanto para PODEMOS como para Syriza, aunque
estos últimos son más "clásicos" y menos
"pospolíticos".
Pero más allá de si los ejemplos históricos guardan relación
con las experiencias actuales o no, no deja de llamar la atención el rescate en
sí de experiencias como el eurocomunismo o el PCI de Togliatti más de conjunto
(para una valoración más profunda aunque "togliattiana de izquierda"
ver El Sastre
de Ulm de Lucio Magri).
Y digo que no deja de llamar la atención precisamente porque
(como se ve en el propio libro de Magri) si uno está dispuesto a reivindicar en
todo o en parte a Togliatti, un poco también tiene que reivindicar a Stalin,
que fue quien planteara el marco estratégico (Frente Popular del VII Congreso
de la Internacional Comunista) a partir del cual se estructura, dígase o no, la
estrategia de Togliatti a la salida de la guerra, empezando por el desarme de
los partisanos, la colaboración en la transición y la extrema moderación de los
comunistas en los inicios de la República italiana, que en los hechos violaba
los contenidos de su "avanzada" Constitución. La reivindicación del
"eurocomunismo" permite en apariencia reivindicar a Togliatti y sus
sucesores, despegándose del stalinismo, pero no permite en modo alguno separar
al "eurocomunismo" de sus antecedentes stalinistas (aunque sea un
"stalinismo educado" como el de Togliatti).
Creo que una de las razones de esta curiosa resurrección radica
precisamente en la falta de continuidad de las ideas marxistas y
revolucionarias, así como en la falta de un balance y conclusiones serios sobre
la experiencia del '68 europeo, del que parece haber sacado más conclusiones la
derecha que la izquierda, que cambió la estrategia por el "aprovechamiento
de oportunidades". En suma una banalización de la historia del siglo XX,
cuyas alternativas dramáticas son leídas en clave "electoral".
La segunda cuestión a considerar es la de una cierta
retrogradación teórica que surge del hecho siguiente: la reivindicación de
Togliatti y/o el eurocomunismo va acompañada de alguna cita de autoridad
extraída de Gramsci,
buscando ubicar al comunista sardo como "padre de la criatura" por lo
menos desde el punto de vista intelectual.
El propio Alexis Tsipras hacía campaña por Twitter en Italia
para las elecciones europeas diciendo "La Izquierda de Togliatti, Gramsci
y Berlinguer está de vuelta en Italia y llegó para quedarse". Más
recientemente, Pablo Iglesias hizo su defensa
de Syriza con la correspondiente "cita" de Gramsci,
Esta operación ideológica debe ser combatida con fuerza,
porque incluso dándole en parte la razón a Magri, que dice que Togliatti no
falsificó la obra de Gramsci sino que hizo una publicación intencionalmente
orientada a justificar una política (para mí opuesta por el vértice a la
perspectiva de Gramsci), lo cierto es que una reapropiación de Gramsci por los
"reformismos realmente existentes" les daría una apariencia de
"solidez teórica" que en realidad no tienen, al mismo tiempo que sería
teóricamente improductiva desde el punto de vista de la recomposición del
marxismo.
Hemos dicho en otra ocasión que en los '60 o '70 hubiera
sido casi imposible decir Trotsky
y Gramsci porque hubiera sido "Trotsky y
Togliatti". Más allá de la duración que pueda tener el fenómeno de nuevo
interés por el eurocomunismo (que en definitiva estará ligado a las
performances de Syriza y PODEMOS que no hay que subestimar incluso desde el
punto de vista de las expectativas que pueden generar en las masas populares,
más allá de los dirigentes), está planteada una lucha ideológica fuerte contra
el intento de reconstrucción de un "marxismo" reformista (que ni siquiera
promueve la acción de masas para conseguir reformas), el cual intenta cubrirse
de uno u otro modo con el prestigio del autor de los Cuadernos de la Cárcel.