
Hace unos días el senador de la UDI Víctor Pérez emplazaba
al gobierno “a definirse si es o no
marxista”, tras los temores que provocaron dentro de la tienda las
declaraciones del diputado del Partido Socialista Marcelo Schilling, quien
aseguraba que “Marx ha resucitado y vemos
a los ricos arrinconados tratando de resistir las
hordas”.
hordas”.
Pero la verdad es que el verdadero temor de la UDI no sería
precisamente el filósofo alemán, sino que el pensador italiano Antonio Gramsci.
Esto, luego de que a fines de marzo el jefe de la bancada UDI, Felipe Ward,
repartiera entre los diputados gremialistas un documento titulado “Gramsci en Chile”, en donde se pueden
ver capítulos seleccionados del libro del historiador Jaime Massardo, los
cuales explican las circunstancias de que las teorías marxistas del político
italiano han sido incorporadas paulatinamente por los trabajadores locales.
La teoría de Gramsci se basa en que en una sociedad libre
siempre hay una clase dominante que impone su punto de vista y que, a través de
la influencia cultural, se mantiene en una posición dominante y provoca un
cambio político. “Nos ganaron con el
método Gramsci. Primero fue la derrota cultural, porque desde 2011 se fue
imponiendo un lenguaje cargado negativamente y se asumió como tal: modelo de
derecha, multinacionales, lucro. Todo lo que antes se usaba en neutro, se
comenzó a usar como sinónimo de lo que había que erradicar, entonces hay ahí
cierta mirada ligada al marxismo, pero en la versión de Gramsci”, asegura
un parlamentario gremialista, según informa The
Clinic Online.
En el gremialismo aseguran que a través de medidas como la
Reforma Tributaria y educación gratuita se intenta imponer “un comunismo 2.0” y
agregan que estas políticas públicas son “una
versión gradual de un Estado cada vez más socialista, y para eso primero hay
que destruir el modelo y legitimar su destrucción”. Esta mención a Gramsci,
al que ven como “el rostro sutil del totalitarismo”, es de larga data en el
gremialismo. En su declaración de principios de 1991, la UDI asegura que “el
mundo se sitúa hoy en la era post-industrial, con una desarrollada economía de
servicios y una ampliación del ámbito de las decisiones individuales, propio
del progreso tecnológico actual. Ello torna cada día más obsoleta la estrategia
leninista para establecer la dictadura del proletariado. El Marxismo modifica
así su fisonomía hacia enfoques más sutiles como el de Gramsci, que preconizan
apoderarse de las sociedades libres a través de la erosión de sus instituciones
fundamentales y del dominio de la cultura (…) para ello se fomenta la
destrucción sistemática de los valores cristianos, especialmente los referidos
a la familia y las costumbres públicas y privadas”
El texto agrega que el pensamiento de Gramsci es fomentado
por “el debilitamiento del matrimonio, la legalización del aborto y la
permisividad frente a la pornografía y las drogas”, por esto, dice la
declaración, “es una obligación de especial actualidad que Unión Demócrata
Independiente asume y respecto de la cual alerta a los chilenos”.
En el documento entregado por Felipe Ward están seguros de
que en Chile se está introduciendo este tipo de pensamiento marxista, ya que en
el libro de Massardo incluso “se habla de
que el camino al socialismo incluye una asamblea constituyente, entonces
nuestra lectura de la realidad es la adecuada”, dice una fuente del
gremialismo.
Título original: “UDI
identifica a Gramsci como el verdadero fantasma a temer”