
Para poder pensar a los intelectuales, Gramsci plantea la
necesidad de un criterio que no se encuentre en sus prácticas intrínsecas;
ubica al fenómeno de lo ideológico en el "conjunto del sistema de
relaciones en el cual dichas actividades (y, por tanto, los grupos que las
personifican) se encuentran en el complejo general de las relaciones
sociales" [2] . Para entender lo
que esto supone, nos aproximaremos a las ideas de Gramsci a través de los
conceptos de