Amador Fernández-Savater | ¿Cómo es posible que un grupo de
cincuenta personas pare un desahucio? Y eso una y otra vez (hasta seiscientas).
Esta pregunta me ronda desde hace un tiempo. El 25-S, en la plaza de Neptuno,
constatamos directamente que la policía es capaz de desalojar un espacio con
cualquier número de manifestantes.
Entonces, ¿qué fuerza es la que permite a
esas cincuenta personas parar un desahucio? ¿Qué significa tener fuerza, si no
coincide exactamente con tener poder (físico, cuantitativo, económico,
institucional, etc.)? Lo que viene a continuación es un ensayo de respuesta que
no pretende agotar la pregunta. Es decir, caben otras respuestas y, sobre todo,
cabe seguir planteándose la respuesta -y esto me parece lo más importante.