
- “El límite de la emancipación política se manifiesta inmediatamente en el hecho de que el Estado pueda liberarse de un límite sin que el hombre se libere realmente de él, en que el Estado pueda ser un Estado Libre sin que el hombre sea un hombre libre. El Estado político acabado es, por su esencia, la vida genérica del hombre por oposición a su vida material... Allí en donde el Estado político ha alcanzado su verdadero desarrollo, lleva el hombre, no sólo en el pensamiento, en la conciencia, sino en la realidad, en la vida, una doble vida, una celestial y otra terrenal, la vida en la comunidad política, en la que se considera como ser colectivo, y la vida en la sociedad civil, en la que actúa como particular; considera a los otros hombres como medios, se degrada a sí mismo como medio y se convierte en juguete de poderes extraños” / Karl Marx
La historia no perdonará ninguna certeza: es con esa disposición
que proponemos abordar la discusión acerca de contrahegemonías y emancipaciones.
Pocas ideas están tan arraigadas en el pensamiento crítico como la certeza
respecto a los modos que deberá adoptar la transformación social. Por ello,
resulta muy difícil entablar cualquier debate en ese terreno, puesto que las
posturas en liza se plantean como irreductibles o al menos como mutuamente
excluyentes.