- “… cuando releímos a Marx, Lenin y Gramsci para encontrar el marxismo vivo que las fórmulas y las prácticas stalinistas habían sofocado, unos y otros, cada cual a su manera y también con nuestras diferencias, hemos debido rendirnos ante […] el hecho de que nuestra tradición teórica no es “pura”. Que, contrariamente a la apresurada definición de Lenin, el marxismo no es un “bloque de acero”, sino que conlleva dificultades, contradicciones y lagunas…"
Nuestro interés por los exiliados de los países del Este no
obedece a una simple necesidad de saber, ni a una manifestación de solidaridad.
Lo que ocurre en los países del Este nos toca en el corazón y en las entrañas.
También nosotros estamos en juego en cuanto allí sucede. Todo lo que allí pasa
nos concierne, repercute en nuestras perspectivas, los objetivos de nuestra
lucha, la teoría, el combate y nuestras maneras de actuar.