
El movimiento comunista está en crisis. Decir esto no es
decir nada nuevo. Pero el aspecto teórico de esta crisis reviste sus propias
características. En determinados círculos, el marxismo como campo teórico se ve
reducido a una repetición necia de tópicos mal asimilados y peor expuestos.
Jóvenes voluntariosos (y, a juzgar por las fotos, bastante folklóricos) se han
reunido en la I Escuela Unitaria Juvenil Comunista. Al parecer, hay entre ellos
quien se cree inmunizado contra la inoperancia política por el mero hecho de
incrementar el número de hoces y martillos bordados en sus puristas banderas. Mientras tanto, el movimiento real de los explotados y víctimas de la crisis
capitalista se articula y se desarrolla en las calles, con escasa influencia
del marxismo como movimiento organizado.