
Especial
para Gramscimanía
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Durante aquella iracunda primavera europea, en
los primeros días del mes de mayo de 1968 1, en el campus de la Universidad de
Nanterre, en las afueras de París, a orillas del Sena, una muchacha de 17 años
-aretes dorados, dulce mirada y cortísima minifalda-, afirmaba:
...la escuela es un lugar en el cual debo pellizcarme
continuamente para no dormirme. En cambio, en el café, con mis compañeros hablamos siempre de otras
cosas: la guerra de Vietnam, la discriminación a los extranjeros (latinos,
africanos y asiáticos), la marihuana y nuestra vida sexual.