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Foto: Carlos Nelson Coutinho |
Entre 1966 y 1968, en el periodo en que las contradicciones
internas del régimen dictatorial brasileño, instaurado en 1964, todavía
permitían un margen relativo de libertad en el terreno cultural, tuvo lugar una
valiente iniciativa editorial: en tres años se publicaron cinco de las más importantes
obras de Antonio Gramsci, inédito hasta entonces en lengua portuguesa1 Se ponía
así a disposición del lector brasileño un corpus de escritos gramscianos que,
dada su amplitud, todavía no era accesible ni aun al lector de lengua francesa,
inglesa o alemana.
En un primer momento las consecuencias de esta iniciativa
editorial fueron bastante modestas. Las primeras ediciones de los textos de
Gramsci se agotaron muy lentamente y con dificultades: