
Muy parecido al cometido por un individuo, salvo que en este caso es más disimulado, más pérfido, un crimen contra el cual nadie puede defenderse, que no parece un crimen porque no se ve al asesino, porque el asesino es todo el mundo y nadie a la vez, porque la muerte de la víctima parece natural, y que es pecar menos por comisión que por omisión.
Pero no por ello es menos un crimen. Ahora pasaré a
demostrar que la sociedad en Inglaterra comete cada día y a cada hora lo que
los periódicos obreros ingleses tienen toda razón en llamar crimen social, que
ella ha colocado a los trabajadores en una situación tal que no pueden
conservar la salud ni vivir mucho tiempo, que ella mina poco a poco la
existencia de esos obreros y que los conduce así a la tumba antes de tiempo.
Demostraré, además, que la sociedad sabe hasta qué punto semejante situación
daña la salud y la existencia de los trabajadores y, sin embargo, no hace nada
para mejorarla. En cuanto al hecho de que ella conoce las consecuencias de sus
instituciones y que ella sabe que sus actuaciones no constituyen por tanto un
simple homicidio, sino un asesinato, puedo demostrarlo citando documentos
oficiales, informes parlamentarios o administrativos que establecen la
materialidad del crimen.
Nota de Engels
[*] Cuando hablo de
la sociedad, aquí y en otras partes, como colectividad responsable que tiene
sus obligaciones y derechos, huelga decir que me refiero al poder de la
sociedad, es decir, de la clase que posee actualmente el poder político y
social, y por tanto es responsable también de la situación de aquellos que no
participan en el poder. Esa clase dominante es, tanto en Inglaterra como en los
demás países civilizados, la burguesía Pero que la sociedad y particularmente
la burguesía tenga el deber de proteger a cada miembro de la sociedad por lo
menos en su simple existencia, de velar por que nadie muera de hambre por
ejemplo, no tengo necesidad de demostrarlo a mis lectores alemanes. Si yo
escribiera para la burguesía inglesa, la cuestión sería muy distinta. And so it
is now in Germany Our German Capitalists are fully up to the English level, in
this at least, in the year of grace 1886. (Así es ahora en Alemania. Nuestros
capitalistas alemanes se hallan enteramente al nivel de los ingleses, al menos
en este respecto, en el año de gracia de 1886). ¡Cómo ha cambiado todo desde
hace 50 años! Hoy hay burgueses ingleses que admiten que la sociedad tiene
deberes hacia cada miembro de la misma; pero, ¿hay alemanes que piensen de
igual modo? (F.E.)
Extraído del libro “La
situación de la clase obrera en Inglaterra” – Federico Engels, 1845