- El concepto de clase social es clave en el marxismo. Hoy día, el mayor interés del uso que hacia Marx de este concepto no es tanto la capacidad de describir la realidad existente, que obviamente ha cambiado mucho desde el capitalismo industrial del XIX, como el carácter de apuesta estratégica que implicaba.
Se ha comentado en ocasiones que, a pesar de la enorme
importancia del concepto en la teoría marxista, no existen textos ni del propio
Marx ni de Engels centrados en la cuestión de la estratificación social en
clases aunque esta esté de una forma u otra presente en casi todas sus
aportaciones. En ninguno de sus escritos encontramos una definición operativa
de clase social y, de hecho, el propio concepto en diferentes escritos puede
tener significados algo diversos.
La definición de clase social de Marx habría de haber estado recogida en el volumen tercero de El Capital, y de hecho, en este volumen, en su último capítulo, encontramos algunas breves notas recogidas por Engels de lo que debería haber sido un capítulo centrado en tal cuestión.
No obstante, han sido varios los autores marxistas que en el siglo XX han tratado de “imaginar” lo que podría haber sido ese capítulo, de diseccionar la concepción de Marx sobre la estructura de clases, entre los que destacaría al francés Touraine y al polaco Ossowski.
La definición de clase social de Marx habría de haber estado recogida en el volumen tercero de El Capital, y de hecho, en este volumen, en su último capítulo, encontramos algunas breves notas recogidas por Engels de lo que debería haber sido un capítulo centrado en tal cuestión.
No obstante, han sido varios los autores marxistas que en el siglo XX han tratado de “imaginar” lo que podría haber sido ese capítulo, de diseccionar la concepción de Marx sobre la estructura de clases, entre los que destacaría al francés Touraine y al polaco Ossowski.
El concepto de clase social no fue inventado por Marx, pero
quizás fue el primero que lo introdujo en un marco sociológico amplio y es
indudable que el marxismo ha tenido mucho que ver en la difusión del concepto,
a pesar de que este no fuese desconocido para autores anteriores como Adam
Smith o Saint Simon. La concepción de la clase social de hecho puede ser muy
variada y la marxista es bastante particular, aunque incluso gran parte del
marxismo del siglo XX lo haya ignorado intencionada o inintencionadamente. Las
clases sociales de Marx estarían asentadas en criterios económicos y tendrían
un carácter relacional (por oposición a la clasificación relacional, que
diferencia clases bajas, medias, altas, media-alta, etcétera), esto quiere
decir que existirían relaciones de dependencia entre las distintas clases
sociales dentro de la estructura y, de hecho, unas se definirían por
contraposición a otras. Así, es bien conocida la clasificación en clases en relación
a los medios de producción. Marx advierte en El Capital sobre confundir el
concepto “moderno” de clase social con el monto de ingresos o con la ocupación,
algo que ha sido muy común a lo largo del siglo XX. Por el contrario, la
sociedad se dividiría en base a la propiedad o no de los medios de producción.
Es decir, en la burguesía propietaria y en el proletariado que solo posee su
fuerza de trabajo, lo que implicaría una relación de opresión y de explotación
de la primera hacia la segunda. Estas dos clases serían los productos sociales
del capitalismo en un esquema dicotómico que gira en torno a su antagonismo y a
la explotación de una por la otra.
Existen otras clases o capas sociales o fracciones de clase
en los diferentes textos de Marx. No obstante, las dos mencionadas serían las
dos únicas clases en sentido pleno en el capitalismo, precisamente por su
significación política. Los campesinos o la nobleza serían resquicios de
antiguos sistemas de clase condenados a una irremediable decadencia, destinados
a desaparecer conforme la sociedad se desarrollase, lo que conduciría a la
polarización entre el proletariado y la burguesía. El famoso lumpen
proletariado, por su parte, no sería una clase sino un estrato claramente
diferenciado del proletariado industrial. Los terratenientes por su parte, a
veces aparecen como clase social independiente (concretamente en El Capital) y
otras como un estrato de la burguesía.
Uno de los elementos más problemáticos a este respecto es el
papel de las clases medias o las clases intermedias. A este grupo hace
referencia Marx en varios textos, alguna vez incluyendo a profesionales
liberales, pero más comúnmente limitándolas o bien a la pequeña burguesía o
bien a esta en combinación con pequeños capitalistas con pocos asalariados que
trabajan con sus propios medios de producción (por ejemplo muchos artesanos).
Esta clase media sería una franja fronteriza y su importancia política estaría
limitada, precisamente porque en contextos revolucionarios o de lucha de clases
tendería a alinearse con una de las dos clases fundamentales y antagónicas.
Ahora bien, la burguesía y el proletariado serían las únicas clases sociales en
sentido pleno. Y esto se debería a la existencia de una conciencia de clase, a
la conciencia de los intereses comunes del grupo y del antagonismo con respecto
de los intereses del otro. Realidad que sería el motor del cambio social que
anunciaba el manifiesto comunista. De hecho los individuos no constituirían una
verdadera clase sin conciencia de sus intereses y sin sostener una lucha común
contra otra clase.
Aquí se encuentra el núcleo de la diferencia entre el
concepto de clase de Marx y los conceptos que a veces son despreciados como
“sociológicos” por los marxistas, lo cual no puede negar su utilidad a la hora
de explicar la realidad contemporánea. Esta realidad social ha cambiado y ha
cambiado mucho la estructura social, siendo uno de los elementos más relevantes
el crecimiento de la importancia de las clases medias, tanto en la realidad
como sobretodo en el discurso, pero también el debilitamiento de la conciencia
de clase entre el denominado proletariado. En este sentido, el principal error
que podría achacarse a Marx es la predicción de la progresiva polarización
social entre burguesía y el proletariado en los países más desarrollados que no
parece haberse cumplido en el devenir histórico del siglo XX. No obstante,
habría que reconsiderar esto, en el sentido de que la interpretación dicotómica
de Marx sobre las clases era en su momento una proposición estratégica, una
apuesta política, si se quiere, por la lucha entre el proletariado industrial y
la burguesía y por la victoria del primero como la formula que podría dar lugar
a una sociedad más justa e igualitaria (en cierto sentido, el discurso tan
popular recientemente de “somos el 99%” frente a la élite social o la clase
dominante, personificada en una burguesía moderna asociada al sector
financiero, es una estrategia en el mismo sentido, algo optimista quizás). Es
importante tener en cuenta la dimensión política e ideológica del concepto de
clase social, tanto como el hecho de que el actual énfasis en las clases medias
también responde a una estrategia política y a unos intereses de defens a del
status quo, además de ser una pieza clave de la ideología dominante. Más allá
de la realidad de la posición en la producción y de la comprobación
estadística, las clases sociales son un elemento fundamental en la lucha ideológica,
algo que entendía Marx en su contexto y que entienden perfectamente hoy las
fuerzas defensoras de los privilegios de clase. En el caso de Marx, la clase
obrera cubría la necesidad de un sujeto histórico que protagonizase el cambio
revolucionario, una hipótesis que solo podía demostrarse en la práctica
política. En el caso de la ideología neoliberal hoy, la clase media es un
discurso de legitimación del sistema y de las diferencias sociales.