- Este trabajo me fue remitido para su publicación en ‘Gramscimanía por el profesor Sánchez Ángel, doctor en Historia y profesor Universidad Nacional de Colombia, originalmente lo fue en el N° 31 de la Revista Izquierda, de Bogotá
Con el fin de contribuir a recordar la trascendencia de la movilización
del sábado 7 de febrero de 1948, presento este relato. No sin mencionar que el
9 de abril no puede perder el significado de día aciago en que se asesino al
caudillo popular Jorge Eliecer Gaitán y a centenares de gentes humildes, ni
tampoco el carácter de levantamiento nacional, no solo en Bogotá sino en
Barrancabermeja y otras ciudades del país. El 9 de abril se puede leer en clave
del 7 de febrero, especialmente en la Oración por la Paz pronunciada por Jorge
Eliecer Gaitán, cuyo párrafo pertinente yo cito en este articulo.
Así describe la composición de esta inmensa muchedumbre el
escritor Miguel Torres:
La cita es a las dos de la tarde en la Plaza de San Diego, y hacia allí
se dirigen en buses, tranvías, camiones, furgones y zorras los que vienen de
los suburbios y de barrios tan apartados como Las Ferias, Siete de Agosto, San Fernando,
Puente Aranda, San Cristóbal, Veinte de Julio, Ricaurte, Santander, Tejada,
Palermo y Chapinero. Otros llegan caminando desde el Paseo Bolívar, Germania,
Egipto, El Guavio, La Candelaria, La Perseverancia, Las Nieves, Las Cruces,
Teusaquillo y otros barrios cercanos. Muchos han viajado en flotas, trenes y
camiones desde poblaciones periféricas como Soacha, Bosa, Chía, Usaquén,
Fontibón y desde lejanos pueblos y ciudades de provincia. A las tres de tarde,
bajo un sol agobiante que castiga sus rostros, unas ochenta mil personas, entre
hombres y mujeres, dan comienzo al desfile por la carrera séptima. Los hombres
se han descubierto las cabezas y llevan sus sombreros en la mano. La multitud
viste ropas oscuras y agita en las manos banderines negros y rojos.