
La obra de este pensador es bastante unitiva y cada tema
aparece desperdigado en distintos textos, y en la práctica, la división
temática ha sido elaborada por sus comentadores. Comprender a Gramsci tiene algunas
dificultades, por ejemplo la excesiva trabazón de un tema con otro y el que los
textos de bastante profundidad aparezcan entremezclados con juicios valorativos
cargados de pasión, ello se debe a las condiciones en que escribió su obra: las
cárceles de Mussolini.
Gramsci tiene una concepción de la ciencia antipositivista,
lo que significa un fuerte historicismo; sin embargo, el historicismo
gramsciano no es extremo. En Marx la interpretación historicista es mucho más
fuerte; con todo el riesgo que ello significa, pues un historicismo
extremo equivale a que cada hecho social es sui géneris.
extremo equivale a que cada hecho social es sui géneris.
Gramsci privilegia una ciencia social que él denomina
"Filosofía de la Praxis", si bien ambas palabras unidas son casi
opuestas, lo paradoja! está más bien en que no se trata de una filosofía, pues
su campo es la realidad constituida por los objetos sociales tampoco en rigor
es una praxis ya que su razón de ser es verificar o, mejor dicho hacer verdad
en la realidad los asertos de una teoría, el materialismo dialéctico. En un
sentido simple, filosofía de la praxis significa también el marxismo.
Es en su obra El materialismo histórico y la filosofía de
Benedetto Croce, donde Gramsci hace las afirmaciones más explícitas sobre lo
que el mismo entiende por ciencia. Si bien es cierto que este texto constituye
una réplica al 'Ensayo popular de sociología de Bujarin', hay allí contenidas
afirmaciones de carácter universal. No obstante, nos parece que las coordenadas
fundamentales, su "Weltanschauung" - palabra que prefería usar, antes
que concepción de mundo- se hallan en Maquiavelo y Lenin.
Gramsci afirma que el pensamiento marxista hacia su época,
era pura y simplemente materialismo de sentido común; -equivalente, aunque
opuesto a la religión-, siendo Bujarin el principal exponente de esta
vulgarización. El pensamiento no marxista, a su vez era en gran parte
idealismo, más aún, puro neohegelianismo. Por tanto, ubicándose el autor en el
polo materialista, era urgente "hacer ¿avanzar" la filosofía de Marx
a un punto de mayor maduración o validez, es decir, cientifizarla. En verdad
Gramsci sostiene que el marxismo está lleno de sesgos gnoseológicos burgueses y
pasa por un momento de tergiversación teórica. Gramsci no fue el único en
percatarse de esto, poco más tarde Lukács y Korsh se orientarán en este
sentido. De allí entonces que tenga tanto empeño en recrear a Marx para superar
interpretaciones falsificadas de éste, superarlo, en el sentido de extraer la lógica
contenida en la obra de este autor -su método- y, coherentemente, impedir el
declinamiento teórico del marxismo.
Cierto es que Gramsci escribió dando circunloquios, de
manera elíptica, casi en clave, para que sus carceleros no le prohibieran fijar
su pensamiento en el papel; pero, también es cierto que lo que pretendió fue, en
el océano de interpretaciones del marxismo en boga por los años de la década de
los veinte, postular una más, la auténtica, la científica.