
La situación de Antonio Gramsci durante los once años que
permanece en la Cárcel, objeto de la implacable persecución fascista y el odio
de Mussolini, debió ser, sin lugar a dudas, muy penosa, sin embargo también
podría decirse que marca condiciones, como aquella de no estar urgido por la
coyuntura, ni por las conveniencias de las tácticas momentáneas, que le
permitieron desarrollar y templar sus ideas.
En sus textos utiliza varias imágenes para describir esta
difícil
situación, en una de ellas, que es recordada por Giorgio Baratta en el video: "New York y el misterio de Nápoles, viaje en el mundo de Gramsci", lo expresa así: "... imaginar que de Palermo a Milán se arrastre un inmenso gusano, que se compone y descompone continuamente, dejando en cada cárcel una parte de sus anillos, reconstruyendo otros nuevos, liberando a derecha e izquierda formaciones, e incorporando las extracciones a la vuelta".
situación, en una de ellas, que es recordada por Giorgio Baratta en el video: "New York y el misterio de Nápoles, viaje en el mundo de Gramsci", lo expresa así: "... imaginar que de Palermo a Milán se arrastre un inmenso gusano, que se compone y descompone continuamente, dejando en cada cárcel una parte de sus anillos, reconstruyendo otros nuevos, liberando a derecha e izquierda formaciones, e incorporando las extracciones a la vuelta".
Este drama de reconstruirse constantemente, de nacer, luego
destruirse, para mas tarde recomponerse, no corresponde solamente a su vida
carcelaria, sino al propio destino de su obra.
Los primeros textos logran salir a la luz pública luego de
casi diez años de su muerte, en 1947, bajo un criterio de selección temática, a
la par se publican las primeras antologías de su correspondencia, con el
detalle que mayor aceptación tuvieron inicialmente estas, que mostraban a un
agudo y creativo intelectual. Tendrán que pasar alrededor de cuarenta años, a
mediados de los 70, para que sus obras sean publicadas respetando estrictamente
el orden de sus reflexiones y anotaciones, tal cual ellas fueron escritas, en
la conocida edición Gerratana.
En América Latina la obra de Gramsci empieza a ser conocida
a partir de las ediciones argentinas de Agosti y Aricó, a fines de los 50 e
inicios de los 60, con las publicaciones de las editoriales Nueva Visión o de
Pasado y Presente, se conocen textos como "Notas sobre Maquiavelo, la
política y el Estado moderno"; "Materialismo histórico y filosofía de
Croce", "Maquiavelo y Lenin", etc., y más tarde desde México,
con la antología de Sacristán de la editorial siglo XXI, y el inicio de la
publicación de los Cuadernos por Editorial ERA. Poco conocemos de las ediciones
de sus obras en Brasil en aquellos tiempos.
En los años 60 y 70 se desarrollan algunas lecturas
interesantes de Gramsci en América Latina, influye en los debates al interno de
varios de los partidos comunistas y socialistas, especialmente en Argentina y
Brasil, también incidió en las academias y universidades, especialmente en los
estudios sobre las problemáticas agrarias, o sobre la cuestión [END PAGE 23]
nacional, el rol de los intelectuales; e incluso irrumpe en los círculos de la
iglesia ligada a los pobres y repercute en la constitución de la teología de la
liberación.
Sin embargo son lecturas fragmentadas, de facetas de su
obra, ángulos particularizados de interés, que van perdiendo en el camino aquel
carácter de totalidad que caracteriza la visión de Gramsci, su capacidad de
atravesar con sus conceptos los campos de la política, la filosofía, la cultura
y la economía.
Quizás en aquella lectura fragmentada podemos encontrar una
de las causas para que mas tarde, a inicios de los 80, se impusiera una
interpretación socialdemócrata, que privilegió los temas del consenso y de la
sociedad civil, para justificar los pactos de estos sectores con las burguesias
locales en los retornos constitucionales del Argentina y Chile, especialmente.
En el Ecuador el conocimiento de Gramsci viene a partir de
aquella corriente, que emerge desde el Cono Sur, tanto por la difusión de sus
textos, como por la presencia directa de varios académicos que escapan de la
persecución dictatorial y se refugian en el país.
Entre los textos ecuatorianos podemos señalar, los
siguientes: Francisco Dávila Aldás en "Las luchas por la hegemonía y la
consolidación política de la burguesía en el Ecuador"; Erika Silva en
"Nación, clase y cultura"; José Piñeiros en "La modernización
capitalista como fase histórica en Gramsci"; Agustín Cueva en
"Fetichismo de la hegemonía e imperialismo". Además está presente en
varios libros dedicados a los análisis sobre el Estado, la sociedad civil, las
culturas populares, la cuestión agraria.
Gramsci no ha sido un desconocido en el Ecuador, al
contrario ha despertado la preocupación en varios círculos académicos, sociales
y políticos.
Pero volviendo a la metáfora inicial de esta intervención,
su obra está en constante construcción, son anillos que se van recuperando,
cubriéndose de hueso, nervio y piel. La situación actual demanda de una
deconstrucción y reconstrucción del pensamiento gramsciano articulado a los
movimientos populares y sociales de resistencia a la globalización y por
transformaciones sociales que garanticen la posibilidad de vivir para todos los
seres humanos.
Para el Ecuador de hoy, a inicios del siglo XXI, en el marco
de la globalización y una creciente polarización social, la obra de Gramsci es
una veta muy importante para el fortalecimiento de una tendencia crítica en las
ciencias sociales, propuestas alternativas sustentadas en una democracia
integral, renovación de los planteamientos de la izquierda.
"La actualidad de Gramsci - como lo plantea el
brasileño Coutinho - no está dada simplemente por la vigencia propia de todo
pensador "clásico", sino que la presencia del autor de Los Cuadernos
de la Cárcel, resulta de que fué intérprete de un mundo, que en su esencia
continúa siendo el mismo mundo de hoy. Uno de sus temas centrales fue el
capitalismo del siglo XX, sus crisis y contradicciones; forman también objeto
privilegiado de sus reflexiones los procesos y los medios de superación de la
sociedad [END PAGE 24] capitalista, buena parte de su obra así mismo está
dedicada a la tentativa de encontrar los caminos para una revolución socialista
en lo que él llamó "Occidente"; al interior de la corriente marxista
es el autor que en mayor medida desarrollo una reflexión creativa y original
sobre la teoría de la democracia".
Crisis orgánica, revolución pasiva, democracia, filosofía de
la praxis, hegemonía, sociedad civil, son varios de las categorías gramscianas
muy útiles para la lectura de los fenómenos actuales, a condición de partir de
la misma opción de su autor, la transformación del capitalismo.
Pero creo que cuatro de las categorías más apreciadas por
Gramsci son de enorme valor para el movimiento popular ecuatoriano en la
actualidad: nueva cultura, voluntad colectiva, hegemonía de las clases
subalternas, bloque histórico.
Este evento en homenaje a Gramsci lo podemos realizar en un
contexto muy especial: a los pocos días de concluido uno de los levantamientos
indígenas más importantes de los últimos años, que ratifica al movimiento indio
como un protagonista de primera fila no solo en las acciones del campo popular
sino de todo el país. Este levantamiento marca un hito para el devenir del
Ecuador en el siglo XXI, para sus instituciones, para las clases y grupos
sociales, para los partidos y movimientos políticos, para las formas de comprender
y mirar el país. Y también es un reto para el pensamiento sociológico y
político, para los partidos y movimientos de izquierda.
Ese reto viene de la necesidad, de la demanda, de asumir, de
aprehender, en toda su extensión, por un lado la Multiculturalidad y a partir
de ella construcción de la interculturalidad profunda entre los movimientos
urbanos y el movimiento indígena, en una propuesta de emancipación de todos los
pueblos y los trabajadores, de todos los explotados y oprimidos, de los excluidos
y marginados.
Ahora bien, no se trata de una interculturalidad en
abstracto, sino de una interculturalidad confrontada con las pretensiones de
uniformidad cultural de las potencias occidentales, interculturalidad que en
resistencia al pensamiento único del libre mercado, interculturalidad que
interpele a la hegemonía dominante y potencie a sujetos sociales en un proyecto
de transformación social.
La nueva cultura de la que habla Gramsci, se expresa en el
Ecuador actual en la construcción de una interculturalidad contrahegemónica. Está
muy claro que el movimiento indígena posee formas organizativas, mecanismos y
conceptos del ejercicio de la democracia, de la relación bases--dirección, de
los tiempos de acción, diferentes a los clásicos de los movimientos urbanos, es
portador de una ética y concepción de mundo aprehendida en quinientos años de
resistencia, afirmada en la posibilidades de su unidad y accionar social.
El movimiento indígena en el levantamiento reciente plantea
una norma que es clave para este proceso: "nada solo para los
indios". Es un desafío para los movimientos urbanos y [END PAGE 25] para
los partidos de izquierda, pues abre las puertas para un proyecto integral de
un bloque popular.
Son realidades que necesitan ser vistas con nuevos ojos, con
nuevas percepciones. Y no se puede responder desde los rezagos del iluminismo y
la instrumentalización, del reciclaje de las viejas propuestas economicistas y
estatistas, del uniculturalismo, de los viejos conceptos del estado-nación. El
desafío es responder con una nueva propuesta, democrática y transformadora,
responder con el desafío de una nueva cultura, tal cual la concebía Gramsci:
La identidad entre filosofía y política, correspondiente a
la de estructura y superestructura, se realiza en la práctica solamente a
través de la creación de una nueva cultura; en ello consistirá el nexo vital -
la inmanencia - entre teoría y práctica.
Se trata de construir el encuentro entre el pensamiento y la
concepción del mundo del socialismo y el pensamiento y las concepciones de
mundo de los pueblos y naciones originarios, el encuentro y la síntesis entre
el pensamiento crítico del capitalismo y el pensamiento de la resistencia a la
conquista del occidente iluminista y positivista Y solo puede ser asumida con
el rigor, la decisión, la capacidad y la creatividad con la cual Gramsci en su
tiempo enfrentó una demanda similar, con una visión proyectiva que hoy, a los
110 años de su nacimiento, aquí en medio de los Andes, nos conmueve y convoca.
Intervención del Francisco
Hidalgo Flor, Coordinador de los eventos en homenaje a Gramsci en el Ecuador,
el día 16 de Febrero de 2001, en la Casa de la Cultura Ecuatoriana.