Es evidente que la crisis capitalista no ha terminado. Cinco
años después de que estallase, este texto es un resumen actualizado de trabajos
anteriores que adopta tres perspectivas. La primera parte ofrece una visión
general de las principales tendencias del capitalismo después del gran giro
liberal de los años 1980. La segunda utiliza ese marco interpretativo para definir
las coordenadas de la crisis actual. Finalmente, la última parte aborda
específicamente las características concretas de la crisis en Europa.
Proponemos para ello utilizar un método que podría
calificarse de "espectrográfico". Se trata de caracterizar las fases
del capitalismo a partir de una serie de indicadores y permite identificar tres
tendencias principales:
- una crisis de regulación del
capitalismo;
- el desequilibrio de la economía
global;
- la contradicción entre el
modelo energético y el desafío climático.
Una crisis de
regulación
Hablar de crisis de regulación es una forma de entenderse
que no implica defender la teoría de la regulación y menos aún sus
implicaciones “armonicistas”. La idea de fondo es que el capitalismo
periódicamente redefine el modo concreto en el que opera, que debe responder a una
serie de contradicciones a las que se enfrenta permanentemente, pero que
"gestiona" de manera diferente. El capitalismo tiene una historia:
sus mecanismos subyacentes son inmutables, pero la manera en la que opera
difiere de un período a otro, y también de un país a otro. Este enfoque
identifica dos grandes fases en la historia reciente del capitalismo: la
"edad de oro" del capitalismo "fordista", desde la Segunda
Guerra Mundial a la recesión general de la década de 1970, y el capitalismo
"neoliberal" que le sucedió, después de un período de transición, que
entró en una crisis abierta en 2008.