Hoy no es el primer día del año para los mayas, los judíos,
los árabes, los chinos y otros muchos habitantes de este mundo.
La fecha fue inventada por Roma, la Roma imperial, y
bendecida por la Roma vaticana, y resulta más bien exagerado decir que la
humanidad entera celebra este cruce de la frontera de años. Pero eso sí, hay que reconocerlo. El tiempo es bastante
amable con nosotros, sus fugaces pasajeros, y nos da permiso para creer
que hoy puede ser el primero de los días, y para querer que sea alegre como los
colores de una verdulería.