
Profesor de Historia
en la Universidad Nacional de La Plata, Argentina
Este trabajo tiene como objetivo delimitar el lugar de la
obra del filósofo marxista francés Louis Althusser en el proceso de relectura
de la tradición marxista llevado a cabo por el colectivo de intelectuales
argentinos nucleados en la revista ‘Pasado y Presente’. A partir de la
reconstrucción de dicho proceso de recepción, se matiza y complejiza la
interpretación canónica de la necesaria exclusión e incompatibilidad entre las tradiciones
gramsciana y althusseriana al interior de esta experiencia.
Uno de los principales acontecimientos en el campo del
marxismo anglosajón de los últimos años, lo constituye la edición del libro de
Peter D. Thomas (2009) ‘The
Gramscian Moment. Philosophy, Hegemony and Marxism’, en el cual se reconstruye la tradición marxista gramsciana y se repasan las querellas en las cuales ésta se vio envuelta a lo largo de su historia, especialmente la referida a la oposición entre el marxismo gramsciano y el althusseriano.
Gramscian Moment. Philosophy, Hegemony and Marxism’, en el cual se reconstruye la tradición marxista gramsciana y se repasan las querellas en las cuales ésta se vio envuelta a lo largo de su historia, especialmente la referida a la oposición entre el marxismo gramsciano y el althusseriano.
En la reseña de dicho libro realizada por Toni Negri para Il Manifesto en febrero de este año, el italiano celebra la iniciativa de Thomas de introducir los debates en torno a Gramsci en el marxismo anglosajón, sin embargo manifiesta una serie de reservas sobre la interpretación de Gramsci realizada por Thomas. En primer lugar, Negri advierte una lectura de Gramsci realizada a través de Althusser, la cual lo convence solo parcialmente en tanto esta aproximación está realizada desde un aparato epistemológico, aquel influenciado por la corriente iniciada por Georges Canguilhem, que es típicamente francés y por ende, ajeno al marxismo gramsciano. En segundo lugar, Negri observa que, más allá de la reconstrucción de las diferencias entre el gramscianismo y el althusserianismo, el estudio de Thomas niega absolutamente las similitudes que existen entre ambas corrientes del marxismo contemporáneo.
La reconstrucción de los itinerarios del gramscianismo y el
althusserianismo en Argentina y en América Latina ha estado en gran medida
condicionada por la tradición de oposición y exclusión entre ambas vertientes
del corpus marxista, cuya supervivencia en el presente da cuenta tanto la elección
de Thomas como la reacción de Negri. En los estudios que han tenido como objeto
de estudio la recepción de la obra de Gramsci en América Latina se advierte una
de esas afirmaciones que, a fuerza de repetición, se convierten en lugares
comunes nunca problematizados : el auge del althusserianismo en América Latina durante
la segunda mitad de la década de 1960 bloqueó la circulación de la obra
gramsciana y le otorgó a ésta la marca del prejuicio althusseriano; al mismo
tiempo, el gramscianismo comenzó a ser hegemónico en el continente a medida que
el althusserianismo perdía su interés a mediados de la década de 1970. Así,
José Aricó (1988) recuerda que la forma predominante de acercamiento a Gramsci
se hacía a través de las obras de Althusser y que de esta forma se
interiorizaba un Gramsci ligado a la tradición idealista italiana; Marco Aurélio
Nogueira (1988) señala que la obra de Gramsci se topó con una intelectualidad inundada
de estructuralismo y del efecto Althusser; Carlos Nelson Coutinho (1991) afirma
que el privilegio alcanzado por la supuestamente radical obra althusseriana
relegó a los libros de Gramsci a los estantes de oferta; Arnaldo Córdova (1991)
señala lo lamentable que fue el hecho de que la figura de Gramsci fuera conocida
a través de las críticas althusserianas; Jaime Massardo (1999) le adjudica a la
legitimidad alcanzada por el althusserianismo una postergación de la recepción
de Gramsci que impidió una valoración de la productividad del historicismo
gramsciano.