
“En 1517 el
padre Bartolomé de las Casas tuvo mucha lástima de los indios que se extenuaban
en los laboriosos infiernos de las minas antillanas y propuso al emperador
Carlos V la importación de negros que se extenuaran en los laboriosos infernos
de las minas antillanas”: Jorge Luis Borges, ‘El espantoso
redentor Lazarus Morell’, 1935
“La
Esclavitud es el estado o condición de un individuo sobre cuál se ejercitan los
atributos del Derecho de Propiedad o alguno de ellos.”: Convención de
Ginebra, 1926
"Azúcar
y Esclavitud negra fueron los fundamentos principales en la formación del
Capital”:
Richard
Konetzke, ‘Der Weltgeschichiliche Moment der Endekung Americas’, 1956
Especial para Gramscimanía |
La
idea básica de las diferencias raciales, por lo que se entiende que los seres
humanos pueden ser divisibles en tipos físicos discretos, cada uno de los
cuales posee capacidades morales e intelectuales supuestamente desiguales u
opuestas, estaba bastante bien establecida ya en tiempos de Spinoza. Un
holandés burgués, culto, liberal y moderno de la época seguramente sería neoaristotélico,
Späthumanisten, calvinista y cartesiano, “tacitista”,[1] partisano de los
derechos naturales del Hombre y, al mismo tiempo, pro-esclavista. Lo mismo
valdría para un francés o un inglés. En esa época del comercio de esclavos holandés
del Atlántico era floreciente, y la esclavitud racial (de África occidental) se
había institucionalizado a través de la reformulación de la Ley feudal y el
renacimiento de la Lex romana.