Desde la aparición de la edición crítica de los Quaderni del
carcere preparada por Valentino Gerratana (Einaudi, Turín, 1975) han visto la
luz en Italia muchas piezas inéditas del epistolario de Gramsci y de Julia y Tatiana
Schucht, su mujer y su cuñada (que fue la persona que más cerca estuvo de
Gramsci entre 1927 y 1937), así como un considerable número de documentos que
aclaran aspectos poco conocidos de la biografía del pensador sardo y permiten
interpretar mejor ciertos pasos oscuros de los cuadernos que escribió en las
cárceles musolinianas. Entre estos últimos documentos, lo más importante para
el conocimiento preciso de lo que fue la evolución de Antonio Gramsci durante
los años de la cárcel es la correspondencia entre Piero Sraffa y Tatiana
Schucht, que fue publicada en 1991.
Por otra parte, y en relación con esta documentación nueva,
los estudios gramscianos han crecido exponencialmente en todo el mundo. En el
último tercio del siglo XX Gramsci dejó de ser "la moda" en que quiso
convertirle cierto politicismo de la década de los setenta y pasó a ser
estudiado como un clásico del pensamiento político.