
Pablo E. Chacón &
Luciano Lutereau
-¿Existe una estética
en la obra de Deleuze? ¿Cuál sería su singularidad?
Alain Beaulieu |
-El término “estética” es poco utilizado por Deleuze quien,
sin embargo, ofrece análisis originales del estatus de la aiesthesis. Puede
hablarse, entonces, de una “estética deleuziana” (así como hay una “metafísica
deleuziana” y una “ética deleuziana”), pero debe entendérsela en un sentido
determinado. En Deleuze no hay estética en el sentido de Baumgarten, luego
retomado por Kant y otros, donde se trataría de distinguir entre, por un lado,
el buen juicio y el mal gusto, y en segundo lugar, la belleza y la fealdad,
asociando el buen gusto y la belleza. Deleuze sitúa decididamente sus planteos
sobre el arte y las sensaciones artísticas más allá de las filosofías de la
conciencia de sí mismo (¡¿Qué es filosofía? indica que las aves también pueden
expresar potencias artísticas!), así como más allá lo “Bello” y lo “Feo”,
siendo que estos últimos remiten a trascendencias de las cuales el inmanentismo
deleuziano se disocia de la misma manera que se niega a hacer de la “Verdad”
una palabra clave de su filosofía. En Deleuze ya no hay más estudios de
estética en el sentido de que se analicen obras ya realizadas para revelar la
significación “molar” histórica o historial (Hegel, Adorno, Heidegger, etc.)