
“Volvemos
el rostro hacia el pasado no para escuchar la música de los recuerdos, ni para
hacer en actitud forzada vanos y vistosos alardes de devoción a los Padres de
la República, sino para recalentar los ánimos en la fragua donde los viejos
vulcanos batieron el metal resistente.”: Mario Briceño-Iragorry, Por la ciudad
hacia el mundo, 1957
Especial para Gramscimanía |
Aquella
calurosa e inolvidable tarde estival, el 10 de Enero de 1860, una bala asesina
detuvo el corazón del General del Pueblo Soberano en la hermosa villa de San
Carlos de Austria, capital del estado Cojedes, llenando de luto y consternación
a toda Venezuela, estremecida en aquel tiempo por el cruento fragor de la Guerra Federal.
¿Quién
era, entonces y para siempre, Ezequiel Zamora?
Fue
en Cúa, en tierras de lo que es hoy el estado Miranda, el 1º. de febrero de
1817, en plena gesta independentista, donde don Alejandro Zamora, soldado de
Bolívar en esa guerra fratricida, y doña Paula Correa vieron nacer su segundo
hijo, Ezequiel. Allí recibió una instrucción rudimentaria, como la mayoría de
los niños de su época, y tuvo su mentor en el Doctor José Manuel García,
abogado prominente de ideas liberales, quien le orientó en sus lecturas, le
inculcó su amor al pueblo y le enseñó a ser hombre, en sus continuos viajes por
el llano venezolano. “Era alto y delgado de cuerpo, de nariz prominente, ojos
azules y pelo castaño pasudo…”, como lo describe el ilustre intelectual
cojedeño Laureano Villanueva (en 1954).