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Foto: Gaston Bachelard |
Pero, para probar adecuadamente que lo que hay de más
inmediato en la experiencia básica, es siempre nosotros mismos, nuestras sordas
pasiones, nuestros inconscientes deseos, estudiaremos algo más ampliamente
ciertas fantasías relativas a la materia. Trataremos de poner de manifiesto sus
bases afectivas y su dinamismo totalmente subjetivo. Para tal demostración
estudiaremos lo que llamaremos el carácter psicológicamente concreto de la
Alquimia. Más que cualquier otra, la experiencia alquímica es doble: es objetiva;
es subjetiva. Es sobre 1as verificaciones subjetivas, inmediatas y directas,
que llamaremos aquí la atención. Daremos así un ejemplo, algo desarrollado, de
los problemas que debiera plantearse un psicoanálisis del conocimiento
objetivo. En otros capítulos de esta obra, tendremos, por lo demás, ocasión de
volver sobre la cuestión para deslindar la influencia de las pasiones
particulares sobre el desarrollo de la Alquimia.