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Foto: Lucio Magri
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Lucio Magri fue una figura excepcional de la izquierda
europea: el único pensador revolucionario importante de su tiempo cuyo
pensamiento resultaba inseparable del curso de los movimientos de masas a
través de las décadas que le tocó vivir.
Era incapaz de desarrollar una
reflexión teórica que no se basara en las acciones reales, o en las inacciones,
de los explotados y oprimidos. Esto era normal en la generación de Gramsci y de
los primeros Lukács y Korsch, que fueron testigos de la Revolución rusa. En la
era de la Guerra Fría, cuando Magri entró en la política, prácticamente se
desconocía.
Los grandes intelectuales marxistas de la época, tales como Adorno,
Sartre, Lefebvre, Althusser, y muchos otros, desarrollaron sus ideas en una
desconexión radical respecto a cualquier contacto estrecho con la política
popular. Únicamente el comunismo italiano permitió, durante un tiempo, la
clásica retroalimentación entre la teoría original y la práctica organizada,
dentro del marco de un partido de masas.