
Álvaro Cepeda Neri
En una estupidez impolítica, la señora Clinton llamó a los
delincuentes… ¡del narcotráfico!, una manifestación insurgente. Se ha
retractado. Empero, las neodelincuencias, como para comprar la
comprensión-complicidad de quienes saben de su ubicación, actúan un poco a la
Robin Hood, al Chucho El Roto… a Los bandidos de Río Frío, a la de tantos que
robaban a los ricos para dárselo a los pobres. Y como con los neopanistas
tenemos más de 50 millones de pobres, pues, los narcos a veces construyen
carreteras, obras de drenaje y servicio, para quedar bien y logran no ser
denunciados, pues la pobreza generada por el incumplimiento de las obligaciones
de los gobernantes, acepta sus limosna. Y guarda silencio. Por eso es que no
prosperan las millonarias recompensas caza-narcos. Esos delincuentes quisieran
ser bandidos, rebeldes y hasta revolucionarios.