
Una de las célebres consignas que alzaban los manifestantes
del Mayo Francés era aquella que apuntaba críticamente a la corriente
estructuralista, dominante en las aulas de las casas de estudios francesas. “Las estructuras no caminan por las calles”,
clamaban en forma desafiante. El seminario XVII de Jacques Lacan, publicado
bajo el título: “El reverso del psicoanálisis”, ensayaba una respuesta frente
aquél desafío estimulante, a partir de la teoría de los cuatro discursos. Pero
creemos encontrar en la obra de Louis Althusser, a partir de los conceptos de articulación,
condensación y sobredeterminación, elementos que nos permitan avanzar en una
teoría ontológica de lo social.
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El impasse que se produce en sus trabajos en torno a los
conceptos de estructura determinante y estructura dominante, junto a las consecuencias
teórico-políticas puestas en juego por la sobredeterminación de los elementos de
la estructura, nos llevan a afirmar en forma cierta, la imposibilidad de determinar
al nivel de la teorización general de lo social, la articulación del espacio
económico respecto de los restantes niveles del espacio social. En esa brecha,
creemos, se instalará su propuesta ulterior de un “materialismo aleatorio”.