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Gramsci y su casa natal |
Sea propicia también esta ocasión para enviarle un gran
saludo pleno de amor a nuestro comandante Chávez, que en esta Navidad lucha por
su vida, porque no teme a la muerte, porque sabe que hay millones de voces que
piden que regrese a su Patria, porque todavía quedan algunas cosas por hacer. Como comenzar a construir el socialismo…
A continuación, las cartas citadas:
Querida mamá:
Esta es la quinta
fiesta de navidad que paso privado de la libertad y la cuarta que paso en la
cárcel. Verdaderamente, las condiciones de confinado en que pasé las navidades
del 26 en Ustica, eran una especie de paraíso en comparación con la condición
de preso. Pero no creas que me ha abandonado la serenidad. He envejecido cuatro
años, ya no me río de buenas ganas como antes, pero creo que me he vuelto más
sabio y he enriquecido mi experiencia de los hombres y las cosas.
Por lo demás, no he
perdido el gusto a la vida; todo me interesa todavía y estoy seguro de que,
aunque no podría masticar habas tostadas, me gustaría mucho ver y sentir a los
demás haciéndolo. Así que no me he vuelto tan viejo, ¿verdad? Uno se pone viejo
cuando comienza a temer a la muerte y cuando siente molestia viendo a los demás
haciendo cosas que ya no puede hacer.
En este sentido, estoy
seguro de que tú tampoco te has puesto vieja, a pesar de tu edad. Estoy seguro
de que estás decidida a vivir largo tiempo, para podernos volver a ver todos
juntos y para poder conocer a tus nietecitos: mientras se desea vivir, mientras
se gusta de la vida y se quiere alcanzar algún objetivo, se resiste a todas las
enfermedades. Tienes que convencerte, sin embargo, de que es necesario ahorrar
un poco las fuerzas y no insistir en realizar grandes esfuerzos como cuando
eras joven.
Muchas felicidades a
todos y saludos a todos los de la casa.
Te abrazo con ternura,
Antonio
Carasau / El pan sardo
de maíz que gustaba a Gramsci
Querida Teresita:
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El pan Carasau es el pan por excelencia de la gastronomía sarda: era el que gustaba a Gramsci |
Las noticias sobre las
condiciones de salud de mamá me han causado mucho pesar. Estoy seguro de que
ustedes tendrán mucha paciencia con ella: si lo piensas bien, se merecía mucho
más que paciencia, porque ha trabajado para nosotros durante toda su vida,
sacrificándose de un modo extraordinario: si hubiese sido otra mujer, quién
sabe qué desastre hubiera sido para todos nosotros, desde nuestra infancia; tal
vez ninguno de nosotros estaría vivo. ¿No te parece?
Te abrazo
afectuosamente con mamá y todos los de casa,