
"Instrúyanse, porque necesitaremos toda nuestra
inteligencia. Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo y
organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza": Antonio Gramsci
1. La filosofía de la praxis se deriva de los análisis
especulativos realizados hasta entonces de la realidad, pero con
interpretaciones históricas y humanistas, y por tanto políticas. Gramsci
considera a la filosofía de la praxis como el concepto donde se incluye y
estudia la realidad, al hombre como individuo y como colectivo, y por tanto a
la superestructura. “Para la filosofía de
la praxis las superestructuras son la realidad (o se vuelve una
realidad cuando no son puras elucubraciones individuales) objetiva y operante; ella afirma explícitamente que los hombres toman conciencia de su posición social y por ende de sus obligaciones en el terreno de las ideologías, lo que no es pequeña afirmación de la realidad; la misma filosofía de la praxis es una superestructura, es el terreno en el que determinados grupos sociales toman conciencia de su propio ser social, de su propia fuerza, de sus propias obligaciones, de su propio devenir”. (Gramsci, A. 1997: 35)
realidad cuando no son puras elucubraciones individuales) objetiva y operante; ella afirma explícitamente que los hombres toman conciencia de su posición social y por ende de sus obligaciones en el terreno de las ideologías, lo que no es pequeña afirmación de la realidad; la misma filosofía de la praxis es una superestructura, es el terreno en el que determinados grupos sociales toman conciencia de su propio ser social, de su propia fuerza, de sus propias obligaciones, de su propio devenir”. (Gramsci, A. 1997: 35)
2. Gramsci demuestra que “todos los hombres son filósofos” (Gramsci,
A.1966: 11), basándose en que todos hacen un análisis de la realidad en que
viven, tienen una concepción del mundo. A esta acción de los hombres le llama
“filosofar espontáneamente”, sin un contenido o base para realizarla
debidamente; esto se debe a que los “simples”, a pesar de su buen sentido, no
poseen un “conocimiento crítico” para formular su propia concepción.. Y para
nuestro autor es más importante “que una masa de hombres sea llevada a pensar
coherentemente y en forma unitaria la realidad presente que el hallazgo, por
parte de un “genio” filosófico de una nueva verdad que sea patrimonio de
pequeños grupos de intelectuales”(ídem: 13). Todos los hombres son capaces de evaluarse
a sí mismos, de evaluar la realidad y los otros, gracias al lenguaje que es
sistema de conceptos a través del cual se pueden establecer ideas coherentes, y
por tanto una concepción del mundo.
3. Gramsci entiende que es necesario eliminar el sentido
común, la dominación, pues no hay revolución comunista si no se destruye el
sentido común y se crea un nuevo sentido común sin dejar de aprovechar el buen
sentido. Siendo la filosofía, y por tanto el marxismo, una guía para el hombre,
es que éste debe formarse su propio criterio para la transformación de la
sociedad en que vive.
4. La sociedad civil la conforman diversas organizaciones
sociales entre las que se pueden mencionar las culturales, educativas, religiosas,
sindicales, políticas, económicas, deportivas, etc.; las cuales forman “el conjunto de organismos vulgarmente
llamados “privados” (Gramsci, A.1997: 167); hay que destacar el papel de la
escuela y la Iglesia por ser las que mayor número de personas agrupan y por su
poder de movilización dentro de la sociedad. La escuela en todos sus grados y
la Iglesia son las dos mayores organizaciones culturales de cada país, por la
cantidad de personal que agrupan”(Gramsci, A.1966: 27).
5. A este seguidor de las teorías marxistas no podía dejar
de preocuparle la situación del hombre en la sociedad, siendo este el centro de
atención del marxismo y de la teoría del estado socialista. Pues este problema
se refleja en toda la obra de Marx, Engels y Lenin, sólo que ellos le dan una
solución teórica, los resultados palpables quedarían en manos de sus
seguidores; entre ellos el autor que nos ocupa.
6. La relación Estado-individuo
se establece a través de la “unidad-distinción
entre sociedad civil y sociedad política”, donde se da la relación orgánica de
los individuos integrantes de organismos con los partidos e instituciones
legales. Este vínculo también es posible por el hecho de ser el hombre un ente
intersocial y que su acción se corresponde con los intereses del estado. Se
establece una “identificación orgánica
entre individuos (de un determinado grupo) y Estado, para el cual “todo
individuo es un funcionario” no en cuanto empleado a sueldo del Estado y
sometido al control “jerárquico” de la burocracia estatal, sino en cuanto que
actuando espontáneamente” su actividad se identifica con los fines del Estado
(o sea, del grupo social determinado o sociedad civil) (Gramsci, A.1997:147).
El individuo como ciudadano esta coaccionado, sometido a las reformas que el aparato
estatal establezca, por tanto el individuo se siente hegemónicamente ligado a
sus organizaciones de clase, pero Gramsci enfoca este análisis desde el punto
de vista de hegemonía de la burguesía (como clase en el poder) y con la
estrategia de una guerra de posición del proletariado. Que traducida al
lenguaje actual se refiere al poder que debe ejercer la clase obrera sobre los
organismos del estado, es hora de instaurar la hegemonía del proletariado.
7. “La afirmación de
que el estado se identifica con los individuos (con los individuos de un grupo
social), como elemento de cultura activa (o sea, como un movimiento para crear
una nueva civilización, un nuevo tipo de ciudadano), tiene que servir para
determinar la voluntad de construir en el marco de la sociedad política una
sociedad civil compleja y bien articulada, en la cual el individuo se
autogobierne por sí mismo sin que por ello su autogobierno entre en conflicto
con la sociedad política, sino convirtiéndose, por el contrario, en su
continuación normal, en su complemento orgánico” (Gramsci, A.1973:315).
