
Especial para Gramscimanía |
1. Cataluña no es una nación. El término nación es un
término moderno ligado al Estado y a la Economía-Mundo capitalista. No hay
bases culturales para justificar una nación. Las identidades culturales tienen
siempre una base religiosa, que es lo que constituye una comunidad homogénea.
3. El
gobierno de la Segunda República concedió la autonomía a Cataluña. Con unas
instituciones políticas propias. La Guerra Civil dividió a los catalanes.
Muchos apoyaron a Franco. Las instituciones franquistas en Cataluña (y fuera)
se nutrieron de catalanes. El Estado franquista reprimió el catalán. Los
catalanistas moderados de la Lliga apoyaron a Franco como mal menor.
4. La
industrialización que se dio en Cataluña condujo a millones de españoles (sobre
todo andaluces) a inmigrar a Cataluña. La represión del catalán, los mas media
en castellano y la inmensa población inmigrante castellanoparlante que llegó a
Cataluña hicieron que el castellano fuera la lengua dominante pública y, en
parte, privada. El PSUC consiguió integrar a un sector obrero de izquierdas en
la reivindicación de la autonomía y el respeto hacia el catalán.
5. La
transición impulsó e Estado de las autonomías. El tratamiento fiscal debería
haber sido equitativo, excluyendo los conciertos económicos. El término
nacionalidad aplicado a Cataluña era una buena respuesta para diferenciarlo de
las regiones sin plantearlas como nación.
6. La
Generalitat gobernada durante años por CiU intentó marginar al máximo el
castellano y conseguir que la educación y la lengua de las instituciones fuera
únicamente el catalán. Se potenció un desprecio hacia el castellano y los que
hablaban castellano. Paradójicamente la lengua dominante a nivel de empresas
fue el castellano.

El PSC pierde su carácter de izquierdas (como el PSOE) pero
se va transformando paralelamente en una opción nacionalista moderada. Hay una
contradicción entre un sector liberal y catalanista, que se alía con el aparato
burocrático del partido y una base y un electorado obrero de origen inmigrante,
que busca una política de izquierdas no catalanista.
8. Cataluña
es bilingüe por su historia y en lugar de entender esto como una riqueza se
entiende como una lacra. Se habla del catalán como de la lengua propia sin
entender que la lengua propia es la lengua que se habla y en Cataluña se hablan
dos. Se identifica la cultura catalana con lo que se hace en catalán o bajo
unos criterios folcloristas totalmente desfasado.
9. Empieza
una campaña sistemática de denuncia del llamado "expolio fiscal" como
si los problemas de Cataluña vinieran de lo que nos roban los españoles. Esta
campaña es regresiva (no entiende la solidaridad, diluye la lucha de clases y
la cuestión central de las políticas sociales). Se introduce una división entre
catalanes y españoles nefasta para la izquierda. Los responsables son en primer
lugar el PP y sectores españolistas del PSOE y por parte catalana muchos
nacionalistas e independentista por su sectarismo.
10. El
proyecto de los catalanes de izquierdas debería ser el de una República federal
democrática y socialista en una confederación europea de tipo social. El
enemigo de las clases populares catalanes son las oligarquías económicas y
burocráticas, no el Estado español.
Título
original: “Algunas hipótesis sobre Cataluña y el Problema Nacional