
Especial para Gramscimanía |
Sigmund Freud y Carl Jung fueron dos personajes
fundamentales del siglo XX. Aunque no con la misma intensidad. Freud fue más
consistente y tuvo una mayor importancia: fundó uno de los grandes movimientos
del siglo, el psicoanálisis. Independientemente del valor teórico y práctico
que se le dé, lo cierto es que es fundamental para entender el imaginario de la
sociedad europea y americana del siglo XX. No es correcto decir que el psicoanálisis
está superado, ya que la polémica continua en los mismos términos que en el
momento de su fundación. Este libro es un documento imprescindible para los
interesados en cualquiera de las dos biografías. Pero sobre todo para los
interesados en el movimiento psicoanalítico.

Más allá de lo específico hay que reconocer
que es todo un testimonio sobre la relación de amistad de tipo epistolar. La
relación es particularmente intensa y se desarrolla básicamente por esta vía.
Los encuentros directos de Freud y de Jung son escasos. Curiosamente la
ansiedad con que Freud asume la relación, sus expectativas, ponen de manifiesto
la dependencia de Freud con respecto a Jung y no al revés. La relación se plantea
en unos términos de relación padre-hijo por parte de Jung pero está claro que
lo que espera Freud de Jung no es algo filial sino una relación amistosa de una
cierta ambigüedad.
De hecho parece repetir lo que antes atrás le pasó con
William Fleiss. Y el final resulta igualmente duro para ambos, pero sobre todo
para Freud. Lo que Jung le reprocha a Freud es su carácter autoritario. Pero es
evidente que ya hay desde el principio diferencias de fondo que se van
explicitando a lo largo de la relación hasta adquirir un claro sentido
conflictivo. Se vislumbra la atracción de Jung hacia el ocultismo y el rechazo
de Freud hacia estos fenómenos. Esto no quita una cierta ambigüedad de Freud,
que mantuvo un extraño convencimiento sobre la fecha exacta de su muerte. Pero
la perspectiva de Freud quería ser científica y materialista y en cierta manera
la defensa de la hipótesis de la sexualidad como vía regia era un dique para
posiciones espiritualistas. Así se lo hizo notar a Jung y la resistencia de
éste acabó conduciéndole finalmente a la defensa de una noción
de energía totalmente confusa.
Desde el punto de vista del origen y formación del
movimiento psicoanalítico el documento es fundamental. Podemos ver como Freud
va gestando su teoría sobre la neurosis, su metapsicología y su técnica
analítica. Jung tiene una brillantez y una capacidad crítica que lo destaca del
resto de discípulos de Freud . Abraham, Ferenzi, Jones. Para Freud la pérdida
de Jung tiene un carácter irreparable. De todas maneras la deriva de Jung hacia
un eclecticismo con elementos esotéricos y orientalistas darán unos frutos muy
poco consistentes. Es un libro, para resumir, que tiene un destinarlo muy
concreto. Hay que agradecer a la Editorial Trotta esta apuesta, hasta ahora no
disponible en castellano. La edición y la traducción impecable.
Correspondencia
Sigmund Freud-Carl Gustav Jung
Edición de William McGuire y Wolgang Sauerländer
Traducción de Alfredo Guéra Mirallles
Madrid: Trotta, 2012
Edición de William McGuire y Wolgang Sauerländer
Traducción de Alfredo Guéra Mirallles
Madrid: Trotta, 2012