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Foto: Adolfo Sánchez Vásquez |

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Por marxismo en América Latina entenderemos, pues, la teoría
y la práctica que se ha elaborado en ella tratando de revisar, aplicar,
desarrollar o enriquecer el marxismo clásico. Puesto que todo marxismo se
remite a Marx, cabe empezar preguntándonos: ¿Cual es el Marx que llega a América
Latina? Es el Marx de los textos que primeramente circulan en el continente, el
del Manifiesto Comunista, primer tomo de El Capital y Prólogo a la Contribución
a la Crítica de la Economía Política, textos leídos desde la década del 80 del
siglo pasado, con clave socialdemócrata y, desde los años veintes del presente
siglo con la clave leninista de la III Internacional. Este Marx proporciona una
concepción de la historia, y del lugar que en ella ocupan tanto los países
modernos, capitalistas, como los "atrasados". Los parámetros de dicha
concepción son los siguientes:
1. Existe una historia universal desde que la burguesía ha
creado un mercado mundial; 2) este desarrollo histórico universal, vinculado a
la expansión mundial capitalista, tiene un carácter progresivo no solo por el
inmenso incremento de las fuerzas productivas sino también porque crea las
bases materiales de una sociedad superior y con ellas hace emerger al
proletariado como sepulturero del capitalismo; 3) el desarrollo progresivo del
capitalismo desemboca inevitablemente en la sujeción de los pueblos no
occidentales, colonizados, cuya incorporación al progreso histórico dependerá,
en definitiva, del proceso de expansión capitalista; 4) aunque el capitalismo
prepara las condiciones materiales para el socialismo, este solo llegara como
resultado de la acción del proletariado, convertido en sujeto central y
exclusivo del cambio revolucionario; y 5) la emancipación de los pueblos
sojuzgados solo vendrá por tanto de la acción del proletariado de las metrópolis,
como eje de la revolución mundial.