En consecuencia, para Bauman, la cultura es tanto un agente
de desorden con una herramienta de orden, tanto un factor que envejece como una
condición atemporal. Es a la vez un espacio de creatividad y un marco de
regulación normativa. Bauman ilustra cómo aquellos enfoques que priorizan una
faceta de la cultura en detrimento de las otras corren el peligro de producir
una comprensión sesgada de la cuestión.
Esta nueva edición del libro de Bauman incluye una acertada
introducción que demuestra la relevancia de La cultura como praxis en la obra
más reciente del autor en torno a la modernidad, la posmodernidad y la ética.
El libro se convierte así en un eslabón crucial en el desarrollo del
pensamiento de Bauman.
Tal como él mismo admite, se trata de la primera de sus
obras que intenta tantear un nuevo tipo de teoría social, en contraste con las
falsas certezas y los burdos teoremas que dominaron buena parte del período de
posguerra. En él hallamos al mejor Bauman: el más insolente pero también el más
sutil. La cultura como praxis constituirá una lectura fundamental para todos
aquellos que se interesen por la teoría social y los estudios culturales.