
Especial para Gramscimanía |
Vale la pena recordar, por su rigor, belleza y enorme
actualidad, las ácidas y agudas críticas de Karl Marx a la aristocracia
financiera que dominaba la Monarquía de Julio de Luis Felipe I de Francia, el
Rey que gobernó el país vecino entre 1830 y 1848 (Tomo la cita del excelente –e
imprescindible- libro de Josep Maria Antentas y Esther Vivas sobre la
indignación planetaria [1]): “[…] Mientras la aristocracia financiera hacía las
leyes, regentaba la administración del Estado, disponía de todos los poderes públicos
organizados y dominaba a la opinión pública mediante la situación de hecho y
mediante la prensa, se repetía en todas las esferas […] el mismo fraude
descarado, el mismo afán por enriquecerse, no mediante la producción, sino
mediante el escamoteo de la riqueza ajena ya creada. Y señaladamente en las
cumbres de la sociedad burguesa se propagó el desenfreno por la satisfacción de
los apetitos más malsanos y desordenados, que a cada paso chocaban con las
mismas leyes de la burguesía […] La aristocracia financiera, lo mismo en sus
métodos de adquisición, que en sus placeres, no es más que el renacimiento del
lumpenproletariado en las cumbres de la sociedad burguesa” (El revolucionario
de Tréveris debió añadir una breve nota del tipo: “con perdón para el lumpenproletariado”.
Pero se olvidó, eran otros tiempos y eran otras las urgencias).
¿Les suena? ¿Les recuerda algo? Seguramente sí. Por si acaso
han olvidado algún detalle.
Tomo pie en una información de Javier Romera fechada en
diciembre de 2011 [2]: “Diego Torres, socio de Urdangarin, amenaza, indignado,
con 'tirar de la manta”. ¿Por qué amenazaba a finales de 2011? Porque la
relación entre Iñaki Urdangarín y su ex profesor, su ex amigo, su ex socio, se
había deteriorado profundamente en los últimos meses. Cuando se marchó a
Washington en 2009 como directivo de Telefónica, Urdangarin ya desconfiaba de
su ex. Las tensiones fueron a más. Acaso, es una simple conjetura, porque
Torres no estaba predispuesto al sacrificio. Que se sepa, nunca ha sido seguidor
de Tarkovski.
El emprendedor Torres no entendía algo que, desde luego, era
muy difícil de entender: como es que él llevaba “meses imputado y el duque, que
según el juez era el cerebro de la trama”, seguía sin estar acusado todavía de
nada por aquellas fechas a pesar de la evidencia de las pruebas existentes
contra él.
El doctor por ESADE no parecía dispuesto a que se le culpara
a él de todo. Y los demás, y las demás, tomando el sol y un buen año. Sigue sin
parecerlo desde luego. Amenazó en privado con tirar de la manta. Y hacia
arriba, hacia arriba del todo. ¿Hasta dónde, hasta dónde? Hasta la jerarquía
más alta del que propiamente debemos llamar Régimen. Cuando en su momento –me
baso de nuevo en la información de Javier Romera- fue preguntado por la
estructura creada para el desvío de capitales –presunto, por supuesto- rechazó
hacer ningún comentario alegando que era "un asunto de Estado". ¡Un
asunto de Estado una estructura empresarial, un entramado de “emprendedores”
base de la que fue una tesis doctoral en Económicas, la de Torres, presentada
en ESADE, una institución, por cierto, que tanto sabe de todo lo que ha
sucedido!
Además de Torres, como es sabido, está imputada también su
mujer, Ana Tejeiro, y dos hermanos de ésta, dos ex directivos de Nóos. Doña
Cristina de Borbón no lo está. La estigmatizaría señalan algunos expertos
jurídicos con cuidada voz de tenor o incluso de bajo.
Pues, bien, el tiempo pasa y los correos de Torres que hasta
la fecha han sido hechos públicos –tres cartas, tres e-mails de una baraja que
según afirman el propio interesado y su entorno es mucho mayor- han tenido su
efecto. Según varias informaciones no confirmadas -no se pueden confirmar este
tipo de informaciones- “Urdangarin aceptará pagar 1,7 millones de euros para
evitar que el juicio salpique al Rey” [3]. Ni más ni menos. Y, sobre todo, sin
salpicaduras reales.
¿Estaba o no estaba implicaba doña Cristina de Borbón en
asuntos en los que su empresa Aizoon era parte activa? ¿Tiene algo o no tiene
nada que ver la primera autoridad del Estado con el entramado UBT, con las
hazañas y desventuras de Noos, Aizoon y cincuenta empresas más y sus
propietarios y propietarias?
Desde luego: no es sólo eso. El Duque palmesano quiere
evitar una sentencia de más de dos años que lleve a su cuidado cuerpo atlético
a la cárcel. Su alma es muy sensible a estas estrecheces. Las cárceles, sabido
es, son para pobres y para estudiantes como Isma y Daniel, o activistas como
Javier y Laura, no para aristócratas. Los duques están hechos de otra pasta, no
nos confundamos. El punto es esencial.
La Jornada por su parte –“El caso de corrupción del yerno
del rey de España se saldaría con un pacto bajo la mesa” [4]-, vale la pena
tomar pie en ella también, ha señalado que Urdangarin “cobró entre 2002 y 2010
más de 16 millones de euros, la mayoría procedentes de la administración
pública y de las supuestas sociedades filantrópicas que creó”. El que se
considera uno de los peores escándalos de la monarquía española, afirma el
rotativo mexicano, “podría terminar en un pacto por debajo de la mesa entre los
acusados, la fiscalía y el juez”.
El Mundo –que está muy puesto en estos asuntos- ha destacado
que el evidente cambio de estrategia de la defensa de Urdangarin está motivado
por la información y documentos que tendría en su poder Diego Torres. ¿Qué pasa
con ellos? Que en ellos “quedaría probada la implicación y colaboración de la
infanta Cristina y del rey de España para conseguir una serie de contratos
públicos”. No lo digo yo, lo dicen en El Mundo. Todas las flechas apuntan a la
misma diana; hay instituciones muy pero que muy malheridas. ¿Se recuperarán? No
lo quieran los dioses republicanos.
Cayo Lara ha declarado que de ser cierta la información
sobre el pacto la justicia española sería un "esperpento": “esperamos
que no haya ningún tipo de chalaneo entre la fiscalía y los presuntos
delincuentes en este caso, que pueden haberse llevado recursos de todos los
ciudadanos”. Es razonable lo que sostiene. La fiscalía, por el momento, parece
que rechazará no los pactos sino los pactos a la baja dada la magnitud de los
delitos. ¿No es lo mismo? No, no es lo mismo.
¿Quién se cree a estas alturas de esta historia de tahúres,
jugadores fulleros y trama de corruptos y desfalcadores de los bienes públicos,
la narración que nos han contado según la cual el rey ordenó en 2006 al
yernísimo que abandonase negocios turbios y se fuese a Washington a descansar y
a seguir una prudente y sosegada carrera empresarial? ¿No está aún claro el
objetivo de las informaciones tóxicas? ¿No será que quisieron hacernos creer
que el rey, y la Familia real, tienen las manos limpias y que bastaba con un
poco de jabón de la vajilla para seguir felices, soberanos, y para seguir
cazando osos y elefantes?
Mi sobrina Lucía, que aún no tiene cuatro años, dice que sí,
que lo apuntado es lo más razonable, que es un cuento y que los cuentos,
cuentos son. Si intento otra explicación, exclama algo agitada: “Tío Salva, no
te enteras de nada. Yo te explico. Toma nota”. Me aproxima un cuaderno y me
explica.
Y se explica muy bien se lo aseguro. No es pasión de tío
enamorado. Tiene razón: no hay otra explicación razonable que no sea fruto del
servilismo más infame.
PS. “Diego Torres avisa de que detallará al juez los
negocios con Urdangarín. Suspendidas las reuniones entre los abogados y la
fiscalía”. Un nuevo titular periodístico (Jesús García / Andreu Manresa
Barcelona / Palma de Mallorca, El País, 2 de mayo 2012). Habrá más movimientos,
puedo asegurarlo. La partida no ha finalizado.
Torres añade más presión a las negociaciones que ambos
mantienen para alcanzar el acuerdo que les permita evitar, con el beneplácito
de la fiscalía, su ingreso en prisión. En su declaración como imputado del
próximo 22 de mayo, el ex socio “está dispuesto a explicar con detalle todos
los negocios en los que participó junto al yerno del Rey”. Habría que verlo.
Puede ser un farol, son tahúres, le puede ir la vida en ello.
El ex socio
explicaría que, en fechas posteriores a 2006, cuando la Casa -del Rey, por
supuesto- aconsejó al esposo de la infanta Cristina que dejara los negocios con
Administraciones públicas “Urdangarin siguió liderando proyectos como el de los
Juegos del Mediterráneo, que nunca llegaron a celebrarse”. Lo ya sabido por
todos. ¿Se atreverá? ¿Sacará otros cartas de la baraja escondida?
El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha
advertido por su parte que “no va a haber ningún trato de favor”. Vale vale.
Parole, parole, parole…
Notas
[1] Josep Maria
Antentas y Esther Vivas, Planeta indignado. Ocupando el futuro. Sequitur,
Madrid 2012. Cita tomada de la página 13.
[2]
http://ecodiario.eleconomista.es/espana/noticias/3631157/12/11/Diego-Torres-socio-de-Urdangarin-amanaza-indignado-con-tirar-de-la-manta.html?utm_source=crosslink&utm_medium=flash
[3] Andreu Manresa,
“Urdangarin aceptará pagar 1,7 millones para evitar que el juicio salpique al
Rey”. El País, 2 de mayo de 2012, p. 12.
[4]
http://www.jornada.unam.mx/2012/05/02/index.php?section=mundo&article=024n1mun