Pedro Centeno Vallenilla (Venezuela) La diosa Yara |
Especial para Gramscimanía |
En las últimas dcadas del siglo XX y principios del XXI se han establecido una serie de regímenes neoliberales que han favorecido, por un lado, los intereses de las grandes empresas y, por el otro, la consumación de genocidios sobre las poblaciones aborígenes. En la época colonial, los españoles fueron el azote de los indios mientras que desde la Independencia lo fueron los criollos y, en la actualidad, los grandes poderes económicos. Como ha escrito Miguel Palacín Quispe, ahora ya no son las carabelas sino las multinacionales.
En la actualidad, las cosas están cambiando sensiblemente
por lo que son muchos los que hablan ya de un renacimiento del movimiento
indígena, es decir, de que por fin, cinco siglos después de la Conquista, ha
llegado la oportunidad del pueblo indígena. Sin embargo, las cosas no van a
resultar tan sencillas; no podemos olvidar que el mundo prehispánico
desapareció en el siglo XVI. Desde entonces, el sincretismo ha predominado,
incluso, en aquellas sociedades indígenas más resistentes. ¿Es posible que los
amerindios supervivientes y resistentes recuperen su identidad, sus espacios
públicos y su
territorio?
La pregunta no tiene una fácil respuesta. Para empezar, la
nómina de pueblos neoindios está creciendo de forma constante e ininterrumpida,
recuperando algunos de ellos sus ancestrales consejos de ancianos. Ahora bien,
de ahí a que recuperen cotas de poder, como hicieron los judíos tras la II
Guerra Mundial, es mucho más difícil. Es más, la amenaza de desaparición de los
pueblos indígenas de América sigue estando presente por la influencia de la
globalización y por el proceso de urbanización que afecta también a las
poblaciones aborígenes. El mundo indígena era rural pero, actualmente, una
parte importante de estos nativos viven fuera de sus comunidades, en algunas de
las grandes urbes de Latinoamérica.
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India de cuatro dedos @ Mateo Manaure (Venezuela) |
Asimismo, decenas de pueblos indígenas sobreviven a lo largo
y ancho del continente americano: los maya-yucatecos, mixes y zapotecas en
México, Cakchikeles y quichés en Guatemala, los garífunas en Honduras, los
miskitos en Nicaragua, los buglés en Panamá, los pastos y muiscas en Colombia,
los chorotegas en Costa Rica, los kariñas, timotes, cuicas y ayamanes en
Venezuela, los quechuas en Perú, los aymara en Bolivia, los Charrúas en
Uruguay, los mapuche en Chile o los huarpes en Argentina, por citar sólo
algunos. El aumento de la población aborigen ha sido muy superior a su
crecimiento vegetativo y ello porque muchos mestizos en distintos grados han tomado
conciencia de su pasado indígena. Esto ha creado un nuevo problema, es decir,
distinguir quiénes son verdaderamente indios y quiénes no. Sin embargo, como ha
escrito Antonio Pérez Márquez, el verdadero escollo es solventar la
precariedad en que viven millones de indígenas o de neoindígenas, y no desviar
la atención hacia cuestiones secundarias. La situación es compleja tanto por la
difícil inclusión de la realidad indígena dentro de la sociedad nacional, como
porque, en el fondo, sigue subyaciendo un racismo discriminatorio muy
difícil de erradicar a corto o medio plazo. El trabajo presente y futuro debe
ir encaminado en una cuádruple dirección:
Una, recordar la memoria histórica del genocidio para evitar
que éste se vuelva a repetir en el futuro.
Dos, hacer efectiva la preservación de los Derechos Humanos
en el caso de los indios, aplicando nada más y nada menos que la legislación
vigente. Las leyes protectoras existen, solo falta implementarlas. De esta
forma evitaríamos lo ocurrido desde la época colonial en la que las leyes
protectoras se acataron pero no se cumplieron.
Tres, practicar la restitución como única forma de
garantizar la supervivencia de las comunidades indígenas. No se trata de
practicar la caridad sino de devolverles lo que legítimamente era suyo y nunca
se les debió arrebatar. Como bien escribió José Carlos Mariátegui, el indio
está desposado con la tierra, siente que la vida viene de la tierra. Sin tierra
no puede haber futuro para las comunidades indígenas. Afortunadamente cada vez
más los pueblos indígenas se conciencian de la necesidad de pedir la reparación
de lo que se les robó, preferentemente sus antiguas tierras comunitarias.
Y cuatro, la introducción de un modelo de producción etno-desarrollista
y no capitalista. De hecho, los intentos de imponer un modelo capitalista han
fracasado desde la época colonial. Es necesario permitirles un sistema
económico comunitario y comunal más acorde a su mentalidad y a su tradición
indígena, especialmente en unos momentos en los que el capitalismo evidencia su
fracaso, incluso en los territorios en los que tiene una larga tradición.
Queda mucho trabajo por hacer pero, por fortuna, parece que
la situación está cambiando en cierta medida. Es obvio que el tiempo corre a
favor de los grupos nativos porque cada vez se es más beligerante con el
racismo que subyace en el fondo de la clase criolla dirigente. Asimismo, la
sociedad es más consciente de la necesidad de reconocer la multiculturalidad. Ello
está provocando que los grupos indígenas sean cada vez más visibles en la
actualidad. Desde que, en 1991, la nueva Constitución colombiana proclamase el
carácter multicultural del Estado, otros muchos países, como Perú, Venezuela,
Ecuador y Bolivia han seguido su senda. La llegada al poder de líderes
políticos indígenas, mestizos o negros, como Hugo Chávez en Venezuela, Obama en
Estados Unidos o Evo Morales en Bolivia ha llenado de esperanza a millones de
personas. Es la primera vez que miembros de minorías étnicas consiguen cotas de
poder, lo cual no deja de ser un cambio sustancial en las tradicionales
relaciones de poder. Ello puede suponer la desaparición definitiva de los
estereotipos negativos que han pesado históricamente sobre la población indígena.
En el año 2006, además del ascenso al poder del aymara Evo
Morales, como presidente de Bolivia, se produjo la promulgación por la ONU de
los Derechos de los Pueblos Indígenas, un verdadero hito para este colectivo
durante tanto tiempo marginado. En 2008, el gobierno de Rafael Correa,
siguiendo lo realizado por Colombia, Venezuela y Bolivia, declaró a Ecuador
como un Estado plurinacional. Y finalmente, el 6 de diciembre de 2009, fue
reelegido Evo Morales, con mayoría absoluta, y lo primero que hizo tras su
investidura fue renovar su Estado Plurinacional y dar por acabado
definitivamente el Estado liberal. Y afirmó aún más: "Siento que
llegó la hora de buscar la igualdad, la dignidad, la unidad en base a la
solidaridad de todos nuestros pueblos".
Algunas experiencias autonomistas con una antigüedad ya de
varias décadas están funcionando razonablemente bien, como es el caso de los
miskitos nicaragüenses. Otros gobiernos, como el de Michelle Bachelet en Chile,
han realizado un esfuerzo especial en comprender y valorar al pueblo indígena y
concretamente a los mapuches que constituyen el ocho por ciento de la población
del país.
Las esperanzas están puestas actualmente en la próxima
Cumbre de Río de Janeiro, que se celebrará en junio de 2012. Allí, los pueblos
indígenas tratarán de conseguir el reconocimiento a sus derechos y a sus
sistemas y conocimientos tradicionales como la mejor forma de cuidar y respetar
la Madre Tierra. Sin duda, ellos tienen mucho que enseñarnos en ese terreno.
Existen, pues, elementos para mantener la esperanza en un
futuro mejor para los cincuenta millones de indígenas que todavía viven o
sobreviven en América. Ahora, bien, el indio ha aprendido, con razón, a
desconfiar y a mantener activa su lucha hasta el final. No obstante, todo
parece indicar que estamos en pleno proceso de emergencia y es posible que, por
fin, tras cinco siglos de resistencia, consigan el sitio que se merecen en la
vida social y política de sus respectivos territorios. El renacimiento indígena
en la América actual está en marcha.
Lecturas recomendadas
BÜSCHGES, Christian y otros (eds.): Culturas políticas en la
región andina. Madrid, Iberoamericana, 2011.
CLAVERO, Bartolomé: “Reconocimiento Mapu-Che de Chile: tratado ante Constitución, historia frente a derecho”, en http://clavero.derechosindigenas.org (Consulta del 27-XI-2009).
FROMM, Erich: Anatomía de la destructividad humana. Madrid, Siglo XXI, 1981.
GÓMEZ ISA, Felipe: “El derecho de los pueblos indígenas a la reparación por injusticias históricas”, en Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Hacia un mundo intercultural y sostenible. Madrid, Catarata, 2009.
HONORIO MARTÍNEZ, José: “neoliberalismo y genocidio en el régimen fujimorista”, en Historia Actual Online, Nº 19, 2009.
MARCHENA, Juan (Ed.): José Carlos Mariátegui. Madrid, Ediciones de Cultura Hispánica, 1988.
OLIVA MARTÍNEZ, J. Daniel: “El derecho al desarrollo de los pueblos indígenas: la evolución conceptual y su inclusión en la Declaración de Naciones Unidas”, en Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Hacia un mundo intercultural y sostenible. Madrid, Catarata, 2009.
PALACÍN QUISPE, Miguel: “Doctrina de la Conquista en los tiempos actuales, crisis climática y Río+20”, en http://www.prodemu.org (consulta del 22-V-2012)
PÉREZ MÁRQUEZ, Antonio: “El indigenismo internacional ante las nuevas identidades étnicas” en América indígena ante el siglo XXI. Madrid, Siglo XXI, 2009.
CLAVERO, Bartolomé: “Reconocimiento Mapu-Che de Chile: tratado ante Constitución, historia frente a derecho”, en http://clavero.derechosindigenas.org (Consulta del 27-XI-2009).
FROMM, Erich: Anatomía de la destructividad humana. Madrid, Siglo XXI, 1981.
GÓMEZ ISA, Felipe: “El derecho de los pueblos indígenas a la reparación por injusticias históricas”, en Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Hacia un mundo intercultural y sostenible. Madrid, Catarata, 2009.
HONORIO MARTÍNEZ, José: “neoliberalismo y genocidio en el régimen fujimorista”, en Historia Actual Online, Nº 19, 2009.
MARCHENA, Juan (Ed.): José Carlos Mariátegui. Madrid, Ediciones de Cultura Hispánica, 1988.
OLIVA MARTÍNEZ, J. Daniel: “El derecho al desarrollo de los pueblos indígenas: la evolución conceptual y su inclusión en la Declaración de Naciones Unidas”, en Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Hacia un mundo intercultural y sostenible. Madrid, Catarata, 2009.
PALACÍN QUISPE, Miguel: “Doctrina de la Conquista en los tiempos actuales, crisis climática y Río+20”, en http://www.prodemu.org (consulta del 22-V-2012)
PÉREZ MÁRQUEZ, Antonio: “El indigenismo internacional ante las nuevas identidades étnicas” en América indígena ante el siglo XXI. Madrid, Siglo XXI, 2009.