
Wallerstein intituló un artículo temprano “El ascenso y
futura desaparición del sistema capitalista mundial” (1974). Sugiero expandir
el título por un “momento” adicional para que así hablásemos del ascenso,
dominio, y desaparición de la economía-mundo capitalista como sistema social
histórico. En este caso, podríamos sugerir tentativamente la correlación de las
tres hegemonías y los tres “momentos”: La hegemonía holandesa con el ascenso,
la hegemonía británica con el dominio, y la hegemonía estadounidense con la
desaparición del sistema.
Hay un poco más de teleología en nuestro trabajo de lo que
nos gusta admitir. Algo ocurrió, y nos esforzamos mucho en mostrar por qué. Lo
que a menudo somos débiles al mostrar es que las alternativas históricas
igualmente realistas a la que llegó a prevalecer (“tuvo éxito”) fueron por eso,
o muy al contrario, eliminadas Dehio trata con las alternativas en The
Precarious Balance (1962), pero creo que necesita ser mostrado
específicamente que una economía-mundo capitalista fue una alternativa
histórica realista al imperio-mundo. De seguro, había mucho con que los
holandeses tenían poco que ver —por ejemplo, los ingleses y la derrota del
vendaval de la Armada, o la Reforma—. Pero los holandeses (y otros)
proporcionaron (¿inventaron?¿elaboraron?) las “instituciones” iniciales de una
“economía-mundo” (centrada en el norte de Europa).
Cronológicamente, el momento de la hegemonía británica
abarca el período de incorporación de virtualmente todas las partes del globo
que todavía permanecían afuera de la operación del sistema. (Pero sólo
“virtualmente”; véase por ej., Fanon, 1963). La burguesía (europea) nos dicen,
“creó un mundo a su propia imagen” (Marx, 1948 [1848]). Pero este es mucho más
un mundo (globo) imperial que un mundo (globo) de libre comercio. Este último
podría marcar relaciones entre los rivales, pero aquél define las relaciones
con todos los otros. Sin embargo, el imperio británico (y el francés y los
otros) eran de la economía-mundo capitalista como sistema social histórico, no
alternativas a ésta. Las alternativas realistas de Dehio fueron los esfuerzos
tempranos de Napoleón y los esfuerzos tardíos de Hitler. Y a través de la
construcción del imperio, reducida en este período sino a un medio de expansión
de la economía-mundo capitalista, todos los otros sistemas existentes de
sustento, como alternativas históricas a la economía-mundo capitalista, fueron
eliminadas. La economía-mundo capitalista como sistema organizador fue traída
durante la hegemonía británica hacia el “dominio” global, aunque exactamente lo
que implica esta metáfora aún no se ha esbozado. Todos los demás sistemas de
sustento fueron eliminados, paralizados, y hecho dependientes de la acumulación
de capital de los capitalistas, o llevados hacia las colinas y ahí enrejadas
como “reservaciones” (cercamientos). El alcance efectivo (¿penetración?) del
capitalismo como moralidad, sin embargo, versus el alcance del sistema
situacionalmente, sigue siendo una cuestión abierta para muchos pueblos de
África y Asia. (Esto es, sin embargo, otro asunto). Y la hegemonía británica,
como “momento”, instaló las instituciones de, inter alia, la industrialización,
el libre comercio interestatal (como lo contrario al mercantilismo
interestatal), y un patrón monetario mundial.
Solamente sería en el tercer período, y de esta hipótesis
final, de hegemonía sistémica, la de los Estados Unidos, que (a) el imperio
—solamente entonces como significa— sería históricamente eliminado y (b) las
redes relacionales trans-estatales de un carácter global serían formadas.
Asumamos que la interestatalidad y la estatalidad (autoridad central más
sociedad civil) que llegaron a la existencia histórica durante la hegemonía
holandesa, y esparcida entonces globalmente como idea y práctica durante la
hegemonía británica, no fuera una “superestructura” a la acumulación capitalista
de capital sino mecanismos (de dominio) integrales al proceso organizador de la
economía-mundo capitalista como sistema histórico. Entonces, las erosiones a la
interestatalidad/estatalidad serían erosiones de la acumulación
capitalista. El período inicial de la rivalidad Alemania-Estados Unidos
por la sucesión a la hegemonía vio a un movimiento antisistémico mayor alcanzar
el poder estatal, y, poco después del arreglo final llevado a cabo por la
guerra de dicha rivalidad, otro lo hizo. También hubo apoderamientos en los
Estados de Europa oriental, y más tarde en Cuba, y así sucesivamente. El
“Estado” como vehículo vía la red (“sistema”) interestatal para la transición
desde la economía-mundo capitalista a la socialista ha fallado, como parecería,
totalmente —específicamente, se podría argumentar, que porque la
interestatalidad/estatalidad es integral, no superestructural, al sistema
histórico-mundial capitalista y que una transición desde este apenas puede
llevarse a cabo por una de sus estructuras definidoras—. Pero al sostener el
desarrollo capitalista sobre una escala mundial en el curso de su momento de
hegemonía, el Estado estadounidense y los Estados aliados y organizaciones
formularon un conjunto de procesos (“instituciones”) que son trans-estatales, y
así estato-subversivos, en sus trayectorias históricas: la ONU y sus agencias;
y los movimientos por los derechos humanos, del ambiente, de las mujeres, y
antiracista. En una forma bien contradictoria la forma puntera de la empresa,
la transnacional, también se está convirtiendo rápidamente en
estato-subversiva.
Por consiguiente: la hegemonía holandesa hizo posible una
economía-mundo capitalista como un sistema social histórico; la hegemonía
británica clarificó sus apuntalamientos y la movió globalmente al dominio; la
hegemonía estadounidense promovió su alcance, marco, y penetración y
simultáneamente liberó los procesos que la están trayendo a su desaparición.
Bien, esta es una gran tesis, sin embargo puede
ser errónea.
Referencias
bibliográficas
Arrighi, Giovanni (1990). “The Three Hegemonies of
Historical Capitalism”, Review, 13, N° 3, Fernand Braudel Center
Dehio, Ludwig (1962). The Precarious Balance. Four
Centuries of European Power Struggle. Nueva York: Knopf
Fanon, Frantz (1963). The Wretched of the Earth. Nueva
York: Grove
Marx, Karl (1948 [1848]). Manifesto of the Communist
Party. Nueva York: International
Wallerstein, Immanuel (1974). “The Rise and Future Demise of
the Capitalist World System”, Comparative Studies in Society and History,
16, N° 4
Wallerstein, Immanuel (1983). “The Three Instances of
Hegemony in the History of the Capitalist World-Economy”, International
Journal of Comparative Sociology, 24, N° 1/2
Título original: “A Note on the Concept of Hegemony”. Publicado
en Review, Vol. 13, N° 3, año 1990, Fernand Braudel Center
Traducción: Luis Garrido