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John Stuart Mill por David Levine |
Especial
para Gramscimanía
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Es, efectivamente, un representante de la burguesía ilustrada británica de su época y como tal era colonialista (la democracia sólo para los países civilizados, no para la India) y elitista / excluir analfabetos y gente que vivía de la caridad pública del sufragio, voto cualitativo).
Pero aún así defendió el sufragio femenino, lo que le valió su expulsión del Partido Liberal y su pérdida de condición de parlamentario. Su teoría económica podría de calificarse de socialdemócrata y es incompatible con el neoliberalismo actual. Planteó cuestiones sobre los parlamentarios interesantes: máximo de siete años, voto personal no sujeto al centralismo del partido, condición no privilegiada...).
Su teoría del utilitarismo es la del Principio de la Máxima
Felicidad Posible: máxima felicidad para el máximo número de personas. Sienta
así las bases de unos principios universales basados en el respeto y la
solidaridad con el otro. Entendiendo por Felicidad lo que cada cual entendiera
como tal. Claro que Marx tenía razón cuando planteaba que sin condiciones
materiales dignas de existencia no hay felicidad posible. Pero el planteamiento
como tal es bueno, es la base de los derechos humanos universales. Situa la
moral como unas normas hacia el otro, como una ley que es independiente de las
creencias y de los valores. Lo que él entendía por utilidad era muy amplio,
quería decir lo que nos producía bienestar.
Pero el texto que sí vale la pena recuperar es "Sobre
la libertad". Escrito a partir de las reflexiones de Alexis de Tocqueville
en las que avisaba del peligro de "la tiranía de la mayoría" en la
democracia americana, creo que Mill sienta unos presupuestos que la izquierda
debería asumir. Se trata de diferencia lo privado de lo público. Hay un espacio
personal para la autonomía, en la que cada uno debe decidir lo que quiere hacer
con su vida a partir de sus decisiones. Lo podemos llamar privado. No es la
empresa ni la família, esto sería una trampa. Porque aquí hay derechos del otro
a respetar. Es la vida de cada cual. El derecho a la eutanasia, a la libertad
sexual, al aborto y seguramente a la legalización de las drogas serían sus
consecuencias concretas. No es la comunidad la que decide, aquí es la autonomía
lo que se debe respetar, hasta un referéndum sería negativo. También hay en
Mill una crítica al Estado Paternalista, a lo que luego se ha llamado la
biopolítica: la administración institucional de la vida de los ciudadanos. Hay
también el tema de las minorías y aquí Mill pensaba en las religiosas. No
podemos decidir por mayoría cuando hay dos grupos homogéneos enfrentados con
intereses diferentes si se afectan a los derechos de estas minorías.
En todo caso me parece que "Sobre la libertad" es
un libro que va mucho más allá del utilitarismo y el liberalismo, es una de las
mejores teorías sobre el respeto a la autonomía y a la libertad personal. La
libertad no es solo la libertad de elegir en un contexto social pero también es
esto. Son las instituciones, los grupos sociales y los otros (es decir el Otro
y el otro) los que te permiten o no elegir. También es una capacidad interna,
pero esto nos llevaría a Spinoza, que es otro tema, o al Foucault de la última
etapa.
Me parece interesante dividir entre la ética, la moral y la política. La
ética es este espacio simbólico de la libertad personal que defiende Mill, que
no tiene porque conducir a un individualismo: es lo que pertenece. En este
campo tenemos los valores. La moral, bien formulada por Mill, tiene un sentido
normativo práctico: la ley interiorizada que nos permite respetar el espacio
del otro. La política es lo que nos compromete con el Otro, es decir la
Sociedad y la Justicia. Aquí, señala Mill, tenemos todos una deuda social: es
el campo de los deberes, aparte del de los derechos. Hay aquí una consideración
que cuestionaría la renta básica: tenemos todos derecho, para ser ciudadanos, a
las condiciones materiales básicas, pero esto tiene una contrapartida, que es
el trabajo que aportamos.