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Karl Marx & Max Weber |
Luis Garrido
El concepto de clase social ha sido acuñado desde casi los
orígenes de la sociología y en especial con dos autores que hoy en día
son llamados los “padres fundadores” de la sociología moderna: Karl Marx y Max
Weber. Desde que se discute sobre las clases sociales, ha sido muy difícil el
problema de definirlas. En otras palabras, ¿quiénes pertenecen a tal o cual
clase?, ¿y cuáles son los criterios para encasillar a un individuo o un grupo
de personas en una determinada clase? Esto es lo que planteo discutir de manera
breve y sencilla. Además, como último punto, planteo ver someramente cómo
sirven ambos análisis de clases dentro del esquema wallersteiniano del “análisis de sistemas-mundo”
Karl Marx
Karl Marx desde su visión del materialismo histórico ha definido
a las clases en términos estrictamente económicos, y para ser aún más
específicos, las definió en términos de poseedores y no poseedores de los
medios de producción. Las clases sociales dentro del esquema marxiano son: los
burgueses capitalistas, y los trabajadores industriales. Dichas clases se
originan, o mejor dicho aparecen en el capitalismo industrial, puesto que dicho
modo de producción tiene como fundamento el que los individuos sean
propietarios libres. No obstante, dichos propietarios no poseen lo mismo sino
que poseen lo que el otro necesita. El capitalista es el poseedor de los medios
de producción, y el trabajador es el poseedor de su fuerza de trabajo. En ese
intercambio entre ambos agentes es que toma lugar la explotación capitalista,
es decir, la explotación del trabajo vivo por medio del trabajo muerto.
Dicho intercambio es lo que genera la desigualdad entre
ambas clases sociales, puesto que el capitalista al ser propietario de los
instrumentos de producción tiene como meta la acumulación de capital para
reinvertirlo y acumular infinitamente más capital. Es decir, el burgués
capitalista por medio del ciclo en que se compra con dinero D una mercancía M
para así venderla por más dinero D’ (D-M-D’), el dinero que le queda de
excedente o plusvalía lo invierte para el acrecentamiento del capital fijo
(tecnología) en desmedro del capital variable (fuerza de trabajo). Esa
inversión diferencial es posibilitada, según Marx, debido a que la tecnología
aplicada a la economía permite disminuir los tiempos necesarios mínimos para la
elaboración de las mercancías, convirtiendo el trabajo necesario de antemano en
plustrabajo, y este plustrabajo es así convertido en la plusvalía de donde el
burgués puede reinvertir mas en fuerzas productivas, pudiendo prescindir de esa
forma de utilizar más mano de obra.
Para ponerlo en términos más simples. El capitalista primero
necesita comprar o producir su valor-mercancía para así poderla vender a cambio
de capital-dinero. Este capital-dinero en esa forma no es realmente capital y
para que lo sea debe reinvertirse en fuerzas productivas, en tecnología.
Viéndolo desde ese punto de vista, las clases sociales están definidas en
función de la acumulación capitalista y de la carrera por la acumulación de
capital. La clase social en Marx no es algo inmutable en la historia. La clase
así definida realmente tiene que ver con el materialismo, puesto que es
definida en cuanto al alcance de los valores de uso que pueden adquirir las
clases a través del dinero. La clase burguesa o capitalista, entonces no sólo
sería la propietaria de los medios de producción, sino que también —en
consecuencia de lo anterior— podría establecerse que es aquella que tiene tal
capacidad de acumular capital (dinero y tecnología) que puede adquirir mucha mayor
cantidad de valores de uso que la clase trabajadora. La clase obrera entonces,
no solamente es la no-propietaria de los medios de producción y propietaria de
su fuerza de trabajo, sino que por consiguiente y al participar en la
producción como mero asalariado, sólo puede conseguir una limitada porción de
los valores de uso puesto que esa clase no acumula capital propiamente tal, y
si acumula es solamente ahorro de capital-dinero pero una cantidad muy inferior
en comparación a lo que acumula el burgués capitalista.
Max Weber
Max Weber define las clases no en términos productivistas, o
mejor dicho, no solamente de acuerdo a la participación de los sujetos en el
proceso económico. Para Weber, además de las definiciones de clase existen
también las definiciones estamentales. No obstante, Max Weber está de acuerdo
con Marx en que las clases dependen de su capacidad adquisitiva de las
mercancías en cuanto valor de uso, y agrega también la posesión de los medios
de producción. Pero este autor realiza su definición no solamente por medio de
la “provisión de bienes”. Él también agrega dos criterios mas: 1) la posición
externa del sujeto y 2) el destino personal del mismo. Sólo de esa manera se
puede, según Max Weber, realizar una definición de clase.
Por medio del primer criterio, Weber define tres clases que
son: la clase propietaria, la clase lucrativa y la clase social. La primera se
define como aquella que posee o que no posee propiedades. En ésta primera el
nivel de patrimonio, es el denominador principal de la clase. La clase
lucrativa no es necesariamente la clase que posee los medios de producción o
“propiedades”; la definición de esta clase radica completamente en el grado de
éxito que ésta posee en el ámbito del mercado, es decir, si le va bien en los intercambios
entonces es una clase lucrativa de manera positiva, siendo negativa, al
contrario, si fracasa en dichos intercambios. Max Weber llama “clase social” a
cómo le afecta a la misma las llamadas situaciones de clase: 1) provisión de
bienes, 2) posición externa, y 3) destino personal. Así se definen las clases
de acuerdo a éste autor, como una combinación tanto de la posesión de factores
productivos como de las posibilidades de éxito en el ámbito mercantil (el
mercado).
Ahora bien, llegamos al punto de diferenciación en relación
a Marx. Para Weber —como mencioné previamente— la clase no se define
productivistamente como en Marx, sino que también influyen los símbolos de
status social, en otras palabras, lo que Weber llama como “situaciones estamentales”.
Las situaciones estamentales son aquellas que influyen en el individuo no a
nivel de adquirir bienes consumibles o patrimonio, sino que influyen en ellos
en la forma de privilegios, ya sean negativos o positivos. Estas situaciones no
son tan deterministas como sí lo son las situaciones de clase, puesto que según
Weber, el tener dinero y ser empresario no lleva necesariamente al individuo a
pertenecer a un determinado grupo de status. Al igual que con las “situaciones
de clase”, en los estamentos también existen las valoraciones positivas y
negativas, siendo éstas definidas por la pertenencia de los sujetos a los
distintos grupos de status. Consiguientemente, a diferencia de Marx, Weber
afirma que las clases son definidas por mucho más que la participación de
aquellas en el proceso productivo. Para dar un ejemplo: un pobre puede que gane
un salario muy bajo, pero por vivir en un barrio que es considerado “decente” o
de “buena categoría” se le podría considerar el tener un mejor status que una
persona que gana mayor salario y que vive en un barrio con un status negativo.
Por tanto, en Weber la lucha de clases no es inevitable sino que se da
solamente en situaciones específicas y sólo entre determinados grupos.
Reflexiones
En conclusión, aunque las definiciones de clase sean tan
distintas entre ambos autores, lo cierto es que no son mutuamente excluyentes,
sino que más bien complementarias. Ligando esto con el llamado “análisis de
sistemas-mundo”, se puede apreciar que el “capitalismo histórico” ha funcionado
con ambas categorías de clases o, que más bien, la clase definida
productivistamente va ligada —aunque no necesariamente— con un grupo de status
definido. Y ciertamente Wallerstein en su trabajo El moderno sistema mundial ha
utilizado ambos esquemas de definición de clases, por eso es que al autor del
sistema-mundo capitalista se le ha acusado de ser un “marxista
circulacionista”, es decir, que se encarga meramente de los procesos
mercantiles dentro de los límites del sistema. Pero si se analiza su obra con
más detenimiento se puede apreciar que es también “productivista”, ya que
también observa la División Internacional del Trabajo.
De hecho, los inmigrantes en el esquema wallersteiniano
cuando van a migrar a los países del centro de la economía-mundo tienen un
status inferior y negativo con respecto a los habitantes “nacionales” y/o
ciudadanos en donde fueron a emigrar. Por esto, el esquema marxiano de
definición de clases, a nivel del “análisis de sistemas-mundo”, sirve para
categorizar las diferencias económicas en términos de “lucha de clases”, es
decir, en términos de lucha entre el capital y el trabajo en que los
trabajadores a nivel mundial son pagados de manera muy distintiva en los países
dentro del sistema, estableciéndose así una jerarquía laboral. El esquema
weberiano a su vez sirve más bien para apreciar las diferencias de status a
nivel de “raza” o etnias y también a nivel de “género” o sexo, viendo cuales
son los status que tienen los diferentes grupos dentro del sistema y
entrecruzándolos con el esquema marxiano.
Título
original: “Sobre el concepto de clase social en Marx y Weber”
http://utopisticapol.wordpress.com/2009/03/08/sobre-el-concepto-de-clase-social-en-marx-y-weber/
http://utopisticapol.wordpress.com/2009/03/08/sobre-el-concepto-de-clase-social-en-marx-y-weber/