
Especial para Gramscimanía |
En el ámbito económico, ha quedado en evidencia, con mayor o
menor grado de “dureza”, su adhesión al modelo neoliberal, haciendo caso omiso
de su fracaso histórico. No solo en América Latina, donde sembró en los 90’s de
represión y recesión, sino en EEUU y
Europa, cuya crisis está siendo reconducida peligrosamente por la política
imperial hacia la rapiña colonialista, a través guerras regionales como las del
oriente medio, con el fin de reposicionar
geopolíticamente a las potencias imperialistas y expandir el mercado de
su complejo industrial militar.
Por tener Venezuela las mayores reservas petrolíferas del
mundo y ser el epicentro de una revolución democrática continental que
reivindica la unidad de ALC, la inclusión social, la participación popular y la soberanía de los pueblos, constituye un objetivo geopolítico de primer
orden. El hecho de que la MUD y sus precandidatos siempre se coloquen del lado
de la política imperial y ataquen de frente y por mampuesto los procesos de consolidación del ALBA, la UNASUR y de la CELAC, delata una posición
restauradora de la vieja política de sumisión a Washington. De volver, esta impulsaría de nuevo la
privatización de PDVSA y la pérdida de la soberanía conquistada sobre nuestros
recursos naturales. Sería como volver a un pasado ya superado, que solo podría
ser impuesto a sangre y fuego a un pueblo, que habiendo madurado
políticamente, hoy se siente libre y
actor de su propia historia.