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Erich Fromm por Croquera |
El punto de partida de Marx para abordar la naturaleza del
hombre está en la idea de que el hombre es un ser reconocible y determinable,
que el hombre puede definirse como hombre no sólo biológica, anatómica y
fisiológicamente sino también psicológicamente. La naturaleza está relacionada
con la historia y determinada por ésta. “La historia es la historia de la
autorrealización del hombre, no es más que la autocreación del hombre a través
de su trabajo y su producción.” (1)
Según el planteamiento de Marx, sólo cuando el hombre es
productivamente activo puede encontrar un sentido a su vida y, aunque así goza
la vida, no está aferrándose a ella condiciosamente, más aún renuncia a la
codicia del tener y se realiza siendo. “El hombre vive sólo en tanto que es
productivo, en tanto que capta el mundo que está fuera de él en el acto de
expresar sus propias capacidades humanas específicas y de captar el mundo con
estas capacidades.” (2) Sólo a partir de ese
proceso productivo el hombre puede realizar su propia esencia y por tanto es
parte constitutiva de su ser que se mantenga en esa actividad productiva por
medio de la cual se autorrealiza.
Fromm analiza la relación inmediata, natural y necesaria del
ser humano con el ser humano, ésta se realiza mediante los sentidos que el
hombre tiene, debe conformarse de acuerdo con los objetos exteriores. La
relación natural entre los hombres es de hombre a mujer y es sólo el amor lo
que hace al hombre creer verdaderamente en la realidad del mundo objetivo exterior.
Dicha relación es lo que Marx concibe como la “vida productiva”, vida que crea
vida. Y es en la actividad productiva donde se encuentra el carácter de una
especie, es decir, la esencia del hombre.
La independencia y la libertad, para Marx, se basa en el
acto de autocreación. El fin del socialismo propuesto por Marx era la
emancipación de hombre, su autorealización en el proceso de la relación y la
unidad productiva con el hombre y la naturaleza. Así que, sólo cuando el hombre
alcanza esa emancipación, habrá logrado su independencia pues en la medida que
ejercita su naturaleza productiva se va realizando. Afirma Erich Fromm que
“Toda concepción de Marx de la autorrealización del hombre puede
entenderse plenamente sólo en relación con su concepto de trabajo.” (3) El trabajo para Marx es una actividad y no una
mercancía, es un proceso entre la naturaleza y el hombre, proceso mediante el
cual cada hombre realiza, regula y controla su intercambio de materias con la
naturaleza.
Fromm concibe el trabajo como “la autoexpresión del
hombre, expresión de sus facultades físicas y mentales individuales”, (4) por tanto, no es sólo un medio para lograr un fin,
sino un fin en sí, la expresión significativa de la energía humana. Lo que
crítica Marx del capitalismo es la perversión del trabajo en un trabajo
forzado, enajenado, sin sentido. Resulta necesario que cada hombre tenga
ocupaciones diversas a lo largo de toda su vida y no permanecer en la sumersión
a una sola ocupación.
A partir de lo expuesto, Fromm manifiesta la mala
interpretación de Marx producida por los comunistas, los socialistas y los
opositores capitalistas, Marx sólo quería el mejoramiento económico de la clase
trabajadora y quería abolir la propiedad privada para que el obrero pudiera
tener lo que ahora tiene el capitalista, sin embargo, por las malas
interpretaciones, los sistemas sociales y políticos derivados del Marxismo han
dejado al hombre igual y hasta en peores condiciones que cuando pertenecía a la
clase obrera capitalista, ha pasado de estar enajenado al patrón industrial
capitalista al gobierno absoluto socialista o comunista.
La concepción del socialismo de Marx es la emancipación de
la enajenación, la vuelta del hombre así mismo, su autorrealización. La
enajenación significa para Marx, “que el hombre no se experimenta a sí mismo
como el factor activo en su captación del mundo, sino que el mundo permanece
ajeno a él.” (5) Se trata de experimentar al mundo y a
uno mismo pasiva, receptivamente como sujeto separado del objeto. Significa que
adora lo que él mismo ha creado y al hacerlo se transforma en cosa. La
enajenación es realizada en el trabajo, en la relación activa del hombre con la
naturaleza, la creación de un mundo nuevo. Enajenarse del trabajo significa que
el hombre enajena sus propias facultades creadoras, y los objetos de su trabajo
dejan de ser ajenos a él.
La preocupación de Marx es la liberación del hombre de un
tipo de trabajo que destruye su individualidad, que lo transforma en cosa y que
lo convierte en esclavo de las cosas. “En el trabajo no enajenado, el
hombre no sólo se realiza como individuo sino también como especie.” (6) Y es que el trabajo enajenado arrebata al hombre
el objeto de su producción y su propia vida. Cuando el trabajador no participa
en la dirección del trabajo, se transforma en una cosa por su dependencia del
capital. El hombre enajenado se convierte en esclavo de las cosas y las
circunstancias cuando cree haberse convertido en amo de la naturaleza.
Cada hombre está enajenado en relación con los otros y cada
uno de los otros está, a su vez, enajenado de la vida humana. “La enajenación
conduce a la perversión de todos los valores.” (7) De
ahí que por ejemplo, el hombre capitalista suela relacionarse con el mundo
poseyéndolo y consumiéndolo, puesto que todos ansían cosas nuevas para poseer
las y usarlas.
La concepción del socialismo en Marx se desprende del
concepto de hombre, no es una sociedad en la que el individuo esté subordinado
al Estado, a la máquina, a la burocracia. “El fin del socialismo es el
hombre. Es crear una forma de producción y una organización de la sociedad en
que el hombre pueda superar la enajenación de su producto, de su trabajo, de
sus semejantes, de sí mismo y de la naturaleza.” (8) Significa
que el hombre produce de una forma asociada y no cpompetitiva, el individuo
participa activamente en la planeación y en la ejecución de los planes. Y dice
Fromm: “El hombre pudiera hacerse independiente, pararse sobre sus propios
pies y ser creador y dueño de su propia vida, comenzaría a hacer de la vida su
principal ocupación.” (9)
El fin principal del socialismo debe ser, por tanto, el
reconocimiento y la realización de las verdaderas necesidades del hombre, que
sólo será posible cuando la producción sirva al hombre y el capital deje de
crear y explotar las necesidades falsas del hombre. El hombre des-enajenado
será aquél que no domina a la naturaleza sino que se identifica con ella, que
está vivo y reacciona ante los objetos, de modo que éstos cobran vida para él.
“El socialismo significaba el orden social que permite la recuperación del
hombre, la identificación entre existencia y esencia, la superación de la
separación y el antagonismo entre sujeto y objeto, la humanización de la
naturaleza; significaba un mundo en el que el hombre no es ya un extraño entre
extraños, sino está en su mundo, donde se siente como en su propia morada.” (10)
César Águila Cázarez
Fuente: FROMM, Erich, Marx y su concepto de
hombre, FCE, México, 2001, pp. 7-93.
Notas
(1)
FROMM, Erich, Marx y su concepto de
hombre, FCE, México, 2001, p. 37.
(2)
Ibid., p.
41.
(3)
Ibid., p.
50.
(4)
Ibid., p.
52.
(5)
Ibid., p.
55.
(6)
Ibid., p.
60.
(7)
Ibid., p.
65.
(8)
Ibid., p.
69.
(9)
Ibid., p.
71.
(10) Ibid., p. 79.