
La difusión de las ideas de la izquierda antisistema está de moda en clara ruptura con los mensajes de los medios oficiales.
Eduardo Febbro
En noviembre de 1969, el militante comunista brasileño
Carlos Marighella fue asesinado por la policía en una emboscada. Marighela dejó
una obra de basta influencia: el Manual de Guerrilla Urbana. Ese texto
teorizaba la lucha armada en un medio ambiente urbano en contra de las teorías
del Che Guevara y de Regis Debray, según los cuales el “foco” revolucionario se
desplegaba en los medios rurales. El manual de Marighela es un libro de culto
de la izquierda radical francesa y se puede adquirir libremente en alguno de
los numerosos circuitos de distribución en que se apoya la ultraizquierda. La
presencia en las librerías francesas del Manual de Guerrilla Urbana testimonia
el renovado vigor editorial que conoce en Francia la difusión de las ideas de
la extrema izquierda. Los opúsculos revolucionarios, los panfletos, los
alegatos subversivos dejaron las sombras de la circulación confidencial para
ocupar, de forma masiva y exitosa, los mejores estantes de las librerías de
París.