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Especial para Gramscimanía |

Nicolás González Varela
La crítica de Karl
Löwith / Tercera parte
“No es
Heidegger el que al optar por Adolf Hitler se 'comprendió mal' a sí mismo;
antes bien son los que no pueden entender por qué actuó de esta manera los que
no lo han comprendido”: Karl
Löwith,1939
El
llamado Fall Heidegger, el compromiso del filósofo Martin Heidegger, quizá el
más influyente del siglo XX, con el Nacionalsocialismo, con el Führer Adolf Hitler
y con el SS-Staat, fue, como estamos viendo a lo largo de estos artículos, casi
inmediatamente un tema de acalorado debate y disputa a lo largo de la década de
1930’s. Karl Löwith había tenido el honor de ser el primer graduado en
Filosofía de Heidegger y era un filósofo con su propia obra e intereses
autónomos. Löwith merece un comentario más extenso, como persona y pensador:
nacido en Munich en 1897 y fallecido en Heildelberg en 1973, este filósofo de
la historia alemán se formó intelectualmente en el círculo de Husserl y
perteneció al grupo de colaboradores íntimos de Heidegger. Después de
participar como soldado en la Iº Guerra Mundial, se trasladó a Freiburg para
estudiar Fenomenología, la filosofía de moda, y allí fue seducido por un joven
y místico ayudante de Husserl, Martín Heidegger, a quién siguió a Marburg en
1924. En él creyó encontrar “la palpable intensidad e impenetrable profundidad
del impulso espiritual” y una alternativa revolucionaria al mandarinado mundo
académico alemán. La Habilitationsschrift (tesina de habilitación) de Löwith,
presentada en 1928 con el título de Das Individuum in der Rolle de Mitmenschen,[1]
fue dirigida por el mismo Heidegger. Sus críticas a la Filosofía política de
Heidegger tienen un enorme importancia por su en su triple condición de
filósofo alemán, testigo del ascenso del Nacionalsocialismo y discípulo
destacado de Heidegger.