Valério Arcary
Hubo algo de formidable y emocionante, pero también algo de terrible en la historia del PT. Utilizando vocabulario acuñado por los clásicos griegos, tuvimos el momento epopeya, el momento tragedia y hasta un poco de comedia en la trayectoria a lo largo de la cual el petismo se transformó en el lulismo.
El PT fue el mayor partido en la historia de la clase trabajadora brasileña en el siglo XX. En los años 80, Lula y la dirección del PT (que organizaron la corriente interna Articulación) fueron capaces de aferrarse a un partido que, en diez años, evolucionó de una organización de unos pocos miles a otra con cientos de miles de activistas. Y que pasó de obtener el 10% de los votos en 1982 para gobernador en San Pablo (y en promedio menos de 3% en los otros estados), a librar una pelea muy cerrada en el segundo turno de las elecciones presidenciales de 1989, contando sólo con aportes voluntarios.