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Foto: Hosni Mubarak y Silvio Berlusconi |
Ha coincidido en el tiempo, por razones distintas, el juicio popular contra dos símbolos del poder falocrático: Mubarak y Berlusconi
Joana Bonet
La historia ha querido que coincidiera en el tiempo, aunque por razones bien distintas, el juicio popular contra dos símbolos del poder falocrático: Mubarak y Berlusconi. Ambos ancianos vigorosos, graduados en maquillaje, dueños y señores de su país. El primero llenó el suyo de pistas de squash, como recordaba en sus crónicas para La Vanguardia Gemma Saura; y el segundo se empeñó en institucionalizar un harén en el corazón de la Repubblica. Se suponen rabiosas hasta el extremo sus reacciones ante el progresivo empequeñecimiento de sus atributos y sus espaldas.