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Georgy Lukács por David Levine |
Martín Salinas
Resumen
El filósofo húngaro
György Lukács ha sido uno de los pioneros en reinstalar el análisis de la
alienación como fenómeno social general, y propio del ámbito del mundo del
trabajo en particular, con su influyente Historia y conciencia de clase (1923);
sin embargo, tanto en su sistemática obra tardía (su Estética -1963-, o en Ontología
del ser social –pub. póst. 1984-), como en los ensayos o en diversas
intervenciones del mismo periodo (El hombre y la democracia -1968-, Pensamiento
vivido -1971-) se advierte un renovado interés, que no se limita ya a rastrear
aquellos aspectos fenomenológicos de la alienación, como a reconocer la base
ontológica, categorial, de un fenómeno que ha mutado históricamente. La crítica
de la manipulación (tanto la “brutal” del bloque soviético como de la
“sofisticada”, propia de las sociedades capitalistas), como crítica de las
diversas formas en que se efectúa la alienación social del individuo moderno,
se erige como antesala del proyectado “renacimiento del marxismo” al que Lukács
se abocó en su vejez, en tanto superación de una humanidad “muda” respecto de
su esencia genérica, y en procura de una “democracia de la vida cotidiana”.
Las controversias
críticas a las que dio lugar la publicación de los escritos de juventud de
Marx, en 1932 (sobre todo, con la aparición de los Manuscritos
económico–filosóficos de 1844), en torno a la unidad y a articulación de su
obra, guardan una estrecha relación con el denominado “renacimiento del
marxismo” y la relevancia asignada al concepto de alienación. De acuerdo con
György Márkus, la meta de este „renacimiento de Marx‟ estaba dirigida en primer lugar contra el
marco completamente petrificado de un marxismo institucionalizado (…)